Xochitepec.— En este lugar del poniente de Morelos hay templos, exhaciendas y vestigios históricos que guardan la memoria de la llamada época de oro del cine mexicano.
Sus caminos, parroquias y escenarios naturales quedaron inmortalizados en cintas como Tizoc, Los Gavilanes y El Ciclón, protagonizadas por el inolvidable Pedro Infante, La Doña María Félix y El Rey del Falsete, Miguel Aceves Mejía, entre otros.
Pero a pesar de hacer valer su condición de locaciones cinematográficas y sitios históricos, lo que pesó más para que el 26 de junio pasado Xochitepec, El Cerro de las Flores, su significado en náhuatl, obtuviera el nombramiento de Pueblo Mágico, fue la producción de caña de azúcar, la cual soporta el desarrollo económico de sus habitantes.
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Roberto Gonzalo Flores Zúñiga, Chalo Flores, como lo llama su gente, alcalde de este lugar, dice estar de buen ánimo porque su administración obtuvo la designación de Pueblo Mágico, junto con otros 44 municipios del país, entre ellos Tlaltizapán, también de Morelos.
“Fue un propósito que trazamos desde el inicio de esta administración, y aunque el proceso es complicado, finalmente lo logramos”, comenta.
Como productor de la vara dulce, el alcalde agradece al cultivo la estabilidad económica del municipio, y comparte su gusto por el proceso de producción, especialmente cuando llega la zafra y deben quemar las varas. “Es todo un espectáculo quemar la caña cuando está madura”, resalta.
Sin duda, la caña de azúcar es un referente de Xochitepec, porque al entrar al municipio por la autopista México-Cuernavaca o la carretera federal, se ven los cañaverales a los laterales.
Caña de azúcar
Xochitepec no es reconocido a nivel nacional como uno de los principales productores de este cultivo, posiblemente por el volumen de producción; sin embargo, la caña de azúcar es un símbolo arraigado de la historia, la cultura y la tradición del Cerro de las Flores.
Desde hace décadas, las familias trabajan en los campos de caña, cultivando y cosechando con esmero. Sin la caña de azúcar no se puede entender la historia ni la esencia de Xochitepec, dice Yeriel Agustín Ocampo Magaña, director municipal de Protección Ambiental.
“Adentrarse en Xochitepec permite descubrir que las tradiciones más arraigadas del municipio no pueden desligarse de sus campos de cultivo, pues los ‘huentles’, ofrendas realizadas por la población en distintos puntos del municipio, son una manera en la que los habitantes agradecen a la madre naturaleza por los cultivos obtenidos en cada cosecha”.
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Explorar Xochitepec es una invitación a descubrir cómo la caña de azúcar ha rebasado las fronteras, hecho que ha quedado inmortalizado dentro de las paredes de la hacienda de Real del Puente, edificada a mediados del siglo XVIII y que gracias a la calidad de sus productos tuvo un espacio en la Exposición Internacional de París de 1889, donde obtuvo menciones honoríficas gracias al azúcar de caña que producía.
En su época de esplendor, la hacienda llegó a tener más de 5 mil hectáreas, siendo la primera en el estado que contó con energía eléctrica, la cual era proporcionada por un generador instalado en su impresionante acueducto.
Durante el andar por el Cerro de las Flores, requiere mención especial el Centro Cultural Xochitepequense, ejemplo del Patrimonio Histórico y Cultural de Xochitepec, puesto que el lugar formó parte de una de las haciendas azucareras en la época colonial, fungiendo como una tienda de raya, un espacio donde los trabajadores agrícolas podían obtener los productos de primera necesidad a cambio de su trabajo en los campos.
El inmueble fue también el claustro del antiguo Convento de San Juan Bautista, construcción del siglo XVI, declarado monumento histórico el 2 de octubre de 2001.
En la actualidad, la que fuera una tienda de raya se ha transformado en un museo viviente, que invita a recordar y celebrar la cultura local y las tradiciones de Xochitepec.
Asimismo, el Centro Cultural alberga al Museo del Campesino, cuyo acervo exhibe además de un meteorito, una sala dedicada a mostrar la evolución a través del tiempo en los instrumentos de trabajo usados por los campesinos, incluyendo herramientas manuales y máquinas sembradoras que eran utilizadas a principios del siglo pasado.
Recorrer el municipio nos permite admirar desde el Cerrito del Reloj cómo la caña de azúcar es responsable de la creación de los paisajes tan particulares de Xochitepec.
Haciendas
La hacienda de Real del Puente fue importante para la producción cañera, porque abastecía a los ingenios que realizaban el proceso del azúcar. Fue creada en el siglo XVI y comparte crédito con la hacienda de Chiconcuac.
Ricardo Leyva Ochoa, director general de Fomento y Promoción de Desarrollo Económico, considera que lo más emblemático de Xochitepec es el Centro Cultural que se encuentra a un lado de la iglesia de San Juan Evangelista, cuyo inmueble fue catalogado Patrimonio de la Humanidad en 2001.
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Hubo un tiempo en que ese centro se usaba como centro de raya, de canje de productos agrícolas, por su ubicación.
Las dos haciendas Real del Puente y Chiconcuac están cuidadas, la primera funciona como hotel de lujo y la otra es privada, pero luce intacta al paso del tiempo. Ambas, dice el edil, podrían ser consideradas parte de un recorrido turístico.
Para el alcalde Flores Zúñiga, el distintivo de Pueblo Mágico es la llave para gestionar los recursos para infraestructura, publicidad, embellecimiento de las fachadas para los monumentos que el sismo de 2017 afectó.