“Íbamos abrir el 23 de septiembre, cuando se vino el segundo sismo, tuvimos que esperar una semana más, ya no podemos seguir sin trabajo, así que nos arriesgamos a pesar de las constantes réplicas, no tenemos techo ni pared principal, estamos algo así como en la calle, como todos, cuando llueve pues no se puede, sólo en el interior que tenemos otro techo que no se afectó”, explica el joven que lleva aproximadamente tres años en el mercado de las pizzas.
Sin apoyo
Como comerciante, dice, ni una autoridad, ni municipal, estatal o federal se le ha acercado para apoyarlo con algún programa, ni siquiera pudo acceder a un folio para incluirse en el Fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) por no ser una vivienda, a pesar de que el inmueble tenga todas las características de una casa habitacional.
Sobre el apoyo de 10 mil pesos a contribuyentes que lanzó el gobierno federal, tampoco logró anotarse, así que sólo le queda buscar un prestamos bancario, pero no le convencen los intereses, así que se conforma en sobrevivir hasta donde pueda.
A sus oídos llegó la noticia del Programa de Apoyo a Empresas Afectadas por los Sismos, que no es más que un financiamiento en condiciones preferenciales, que puede destinarse para la reposición de insumos, mercancías, materia prima o maquinaria y equipo; así como para la reparación, reconstrucción o remodelación de inmuebles, pero aún no está convencido de arriesgarse con un créditos de sustitución y liquidez que va de hasta 6 años y 11.5% anual fija.
Este programa, que no conocen la mayoría de los comerciantes de Juchitán, tiene como propósito contribuir a la recuperación de las zonas afectadas por la ocurrencia de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017, a través del financiamiento a Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (mipymes), así como Personas Físicas con Actividad Empresarial (incluyendo RIF), para que realicen las inversiones que requieran para restablecer su capacidad productiva y preservar las fuentes de empleo.
“En estas condiciones no podemos meterle más dinero al local, ni con préstamos, no sabemos lo que viene, así que lo dejaremos como está, quizás hasta el otro año lo reconstruyamos. Hasta ahora hemos tenido buena respuesta y lo que quedó en pie está en buenas condiciones y no pone en riesgo a los clientes”, detalla.
El Gratín abre desde el medio día y cierra después de la media noche, es uno de los negocios más visitados en el centro de Juchitán por las noches a pesar de lo fantasmal que está la zona comercial de esta población zapoteca del Istmo, que según la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano encabeza la lista de municipios con el mayor número de viviendas afectadas con 14 mil 920.