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Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
A tan sólo 20 minutos del centro de la capital chiapaneca se encuentra la colonia El Jobo, donde en el marco de los festejos de San Isidro Labrador, que tienen lugar el 15 de mayo, la comunidad busca revivir juegos tradicionales que se han perdido debido al paso de los años y la llegada de la tecnología.
En esta fiesta los protagonistas son los niños, quienes se enfrentan al reto del palo encebado, el cochinito encebado y las carreras en costal.
“Las costumbres de las colonias se han ido perdiendo, por lo que decidí hacerlo [el evento de concursos] para revivirlas y por convivencia familiar”, relata don José.
El palo encebado consiste en colocar un poste totalmente liso, de aproximadamente unos seis metros de alto por unos 30 centímetros de diámetro, al que se le unta grasa, lo que dificulta escalarlo.
En el juego del cochinito encebado los participantes tienen un minuto para atrapar y cargar a un cerdito. El que logre hacerlo se queda con el animal.
En las carreras de encostalados, los participantes se colocan dentro de la bolsa de yute y tienen que avanzar saltando una distancia de aproximadamente 50 metros de ida y vuelta.
La fiesta fue un éxito y don José aprovechó para hacer el llamado a las nuevas generaciones a no olvidar los juegos tradicionales en colonias de Tuxtla Gutiérrez, e invitó a que los padres sigan fomentando esa conviviencia.