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Con el toque de la Guardia Pretoriana y la apertura de puertas en la Iglesia del Carmen, cofrades y espectadores se unieron a la Procesión del Silencio, máximo evento de Semana Santa en la capital potosina, en su aniversario número 70.
Para esta manifestación cultural inmaterial participaron 32 cofradías, que en suma fueron un total 2 mil 800 participantes, además de los cientos de familias y turistas que se unieron en la contemplación del viacrucis viviente, con el que se recuerda y honra el sacrificio de Jesús.
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La polémica en esta edición sobre la organización que dejó Tradiciones Potosinas, no afectó la Procesión, ya que se contó con la participación de 32 cofradías, que representan a la mayoría de las colonias y barrios de la capital, así como todas las imágenes religiosas que componen las 14 estaciones del viacrucis de la Pasión y Muerte de Cristo y los cinco Misterios Dolorosos y uno luminoso del Rosario.
Cada paso de cofrades, damas de rebozo, nazarenos, costaleros y penitentes, que se diferenciaron por los colores de su parroquia, transmitieron su devoción en las principales calles del Centro Histórico, como Villerías, Universidad, Aldama, Galeana, Independencia, Carranza, Madero, 5 de mayo, Jardín Hidalgo y Othón, hasta regresar al punto de inicial en el Templo del Carmen.
Al filo de la media noche, tras cuatro horas de marcha siliente, las calles del centro fueron abandonadas por la mayoría de los espectadores, solo los más devotos permanecieron hasta el último andar de las cofradías, pues al final del paso, la imagen central de la Procesión, Nuestra Señora de la Soledad, es la última y más esperada imagen para ser contemplada.