Quien dejó a más de uno preocupado en Morelos, nos comentan, es el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo (PES), luego de que afirmó que analiza abandonar su partido para sumarse a Morena. Nos explican que sus palabras fueron una fuerte llamada de atención al dirigente nacional del PES, Hugo Eric Flores Cervantes, por su marcada ausencia en periodos de crisis política de don Cuauhtémoc, además de que su fuerza política se vino a menos desde su derrota electoral, por lo que nos recuerdan que en 2018 don Cuau ganó por el voto de los morenistas y, como dice el Presidente, “amor, con amor se paga”.
Peor que pareja divorciada
Los que insisten en pensar que el aceite y el agua sí se pueden mezclar en Tabasco, nos platican, son el PRI y el PRD, ya que a dos años de las elecciones estatales comenzaron con reuniones para tratar de concretar una alianza. Nos explican que, históricamente estos dos partidos han sido rivales a muerte —peor que el América-Chivas— y lo que más sorprendió en esta ocasión es que no se descarta que entre los posibles abanderados para encabezar este grupo opositor esté Fabián Granier Calles (PRI), hijo del exgobernador Andrés Granier Melo (PRI), lo que ha despertado una serie de críticas como la del dirigente del PVEM, Miguel Vélez Mier y Concha, quien en tono de burla afirmó que este es el “N” intento de juntar algo imposible. ¡Ouch!
Jaloneo por no dar descuento
Desde Sinaloa, nos cuentan que, mientras el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro (Morena) presumía a los cuatro vientos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le dio entrada a su controversia constitucional para no aplicar descuentos de 50% en agua potable a adultos mayores y discapacitados, el gobernador Rubén Rocha Moya (Morena) se le fue con todo. Nos indican que don Rubén consideró que el alcalde debería ser apegado a la política de la 4T y no alardear de quitar un beneficio a las personas vulnerables, pero don Jesús insiste en “ser blanco de un complot político”. Así ni cómo.