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Monterrey.- El juez federal Pedro Álvarez del Castillo regresó el caso del exgobernador Jaime Rodríguez Calderón al juez de control y de juicio oral del estado de Nuevo León, Carlos Alberto Salas González, quien el pasado 16 de marzo se declaró incompetente y remitió la carpeta de investigación al Poder Judicial Federal, tras vincular a proceso y dictar la prisión preventiva contra “El Bronco” por delitos electorales presuntamente cometidos durante la campaña presidencial de 2018 .
Al declinar la competencia, en la audiencia de este lunes, Álvarez del Castillo resolvió que al haber dictado la medida cautelar y determinar la vinculación a proceso contra Rodríguez Calderón, el juez local debe continuar llevando el caso que inició la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales de Nuevo León por presunto uso de recursos ilícitos para su campaña presidencial independiente.
Gabriel García, integrante del equipo que defiende a Rodríguez Calderón, señaló que analizarán la estrategia jurídica a seguir ante el conflicto de competencia que se presenta en el caso del exgobernador.
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“El Bronco” permanece internado en el penal 2 de Apodaca, desde el pasado 15 de marzo, al ser detenido en el municipio de General Terán, en la región citrícola de la entidad, por delitos electorales, y el pasado 11 de abril, fue vinculado a proceso y se le dictó una nueva medida cautelar de prisión preventiva justificada, por abuso de autoridad, por haber requisado la empresa Transportes Tecno Ecológicos SA de CV, conocida como Ecovía, alimentadora del Sistema de Transporte colectivo Metro, por presuntas fallas e incumplimiento de las condiciones de servicio.
Durante su estancia en el reclusorio que como gobernador mandó ampliar y modernizar, “El Bronco” ha presentado problemas de salud por una diverticulitis y dolencias en la espalda y días después de su detención fue objeto de dos cateos en su rancho de Pablillo, Galeana y en su finca de García.
En los operativos de cateo le fueron asegurados 2.1 millones de pesos en efectivo, un pistola Magnum 357 y un rifle 30X30, además de dos cajas fuertes que tras su apertura en Monterrey, resguardaban cuatro mil 500 pesos.
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