Guadalajara.— “De mi cuerpo descompuesto crecerán las flores y yo estaré en ellas”. La frase se le atribuye a Edvard Munch, aunque no existe evidencia alguna de que la haya pronunciado o escrito; sin embargo, la imagen sirve para mostrar la idea con la que la Comisión de Búsqueda de Personas de Jalisco ha iniciado desde hace meses una investigación para crear un protocolo más preciso y seguro para localizar fosas clandestinas en el municipio de Tlajomulco, donde se concentra la mayoría de los entierros ilegales del estado.
Los datos de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas de Jalisco señalan que desde diciembre de 2018 hasta ahora se han localizado en el estado 150 sitios de inhumaciones clandestinas, de los que se han rescatado los cuerpos de mil 725 personas; casi la mitad de estas fosas (66) se han descubierto en Tlajomulco.
Proyecto
El proyecto que inició en 2023 incluye el uso de drones y un software comercial utilizado en la industria agroalimentaria. Fue probado con la inhumación de tres cerdos (que simulan los cuerpos de personas) en un predio cercano a la laguna de Cajititlán y la observación de los cambios físicos y químicos de la tierra sobre ellos y la vida que emerge.
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“El proyecto inicia desde el año pasado, en 2023 concretamente, con el proceso de inhumación de los cerdos en el espacio de experimentación, fue en septiembre del año pasado; sin embargo, la planeación, las alianzas que se van construyendo para lograr todo esto empezó desde febrero de 2023; es un proyecto todavía de investigación, el objetivo es poder interpretar la naturaleza para encontrar a quienes nos faltan, el propósito es tener la capacidad técnica de poder detectar fosas clandestinas con mayor certeza, utilizando tecnología de drones y de cámaras especializadas que detectan los químicos, tanto en el suelo como en la flora que está alrededor de las fosas”, señala el comisionado de Búsqueda de Personas en el estado, Víctor Hugo Ávila.
Con este tipo de análisis, agrega, las búsquedas serían más certeras y los colectivos que salen a campo ya no tendrían que realizar jornadas exhaustivas picando la tierra con varillas y olfateando lo que de ella sale, pero más importante: se podría liberar a las familias de la carga de tener que conseguir información para las búsquedas, que muchas veces proviene del crimen organizado.
“Otro objetivo es que el Estado tenga la capacidad de dar un paso más allá para poder determinar polígonos de búsqueda a partir de los análisis contextuales que tenemos respecto a los lugares de mayor incidencia y cruzando eso con los factores topológicos del terreno que ya conocemos, y ya no dejarle la carga a las familias de que sean ellas quienes estén aportando esos puntos, sino que nosotros, con las diversas variables que tenemos, podamos determinar lo que llamamos la aptitud territorial, y una vez ubicando un polígono, desplegar al personal con los drones para detectar con la tecnología puntos certeros para las búsquedas concretas; de esta forma podríamos evitar lo más que se pueda que las familias tengan contacto con la delincuencia organizada, que es normalmente quien les pasa, de forma anónima o no, los puntos en donde posiblemente se encuentran las fosas”, señala.
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La investigación sigue avanzando y las personas involucradas van desarrollando artículos desde sus especialidades para integrar un libro; no obstante, hay que esperar hasta septiembre próximo para poder estudiar todos los cambios que se dan en la superficie de donde fueron inhumados los animales, desde el hundimiento de la tierra, los cambios en la vegetación, en la fauna y en la química del suelo.
Investigación para cualquier parte del país
Ávila explica que los resultados de este trabajo servirán para aplicarse en sitios con condiciones similares a las del territorio de Tlajomulco, pero se prevé ampliar la investigación realizando el mismo tipo de experimentación en otras latitudes del estado.
“Queremos que sea un libro metodológico para que se pueda aplicar en cualquier espacio del país, o incluso del mundo; por supuesto tomando las salvedades de las diferencias que hay respecto a los diferentes tipos de tierra, climas o entornos entomológicos y botánicos; por ahorita estamos enfocados en Tlajomulco, debido a que la gran mayoría de fosas que se encuentran en el estado de Jalisco las encontramos en ese municipio, pero sí tenemos que llevar a cabo alianzas que permitan hacer esto mismo en lugares como Puerto Vallarta, Ciudad Guzmán, Ocotlán o La Barca, donde los climas y las condiciones de humedad son muy distintas, y por lo tanto los factores que detectamos son diferentes”, refiere.
Hasta ahora el equipo de investigación está conformado por un grupo de aproximadamente 40 personas de la Unidad de Análisis y Contexto de la Comisión de Búsqueda de Personas de Jalisco, la Universidad Politécnica de la Zona Metropolitana de Guadalajara, la Universidad de Oxford, el Instituto de Geofísica de la UNAM, entre otras instituciones.
“Hay otras instituciones que nos están apoyando proporcionándonos imágenes satelitales de alta definición para analizar aquellos espacios donde incluso es peligroso para el personal hacer un sobrevuelo con dron, estamos probando si con estas imágenes podemos lograr resultados similares a las de los drones corriéndolas mediante un proceso con un software muy especializado.
“También se va a involucrar la Facultad de Ingeniería de la UNAM, debido a que ellos manejan un sistema de ruido sísmico de alta frecuencia, con el cual vamos a obtener otro tipo de imágenes de lo que hay debajo del suelo”, dice Ávila.
Además se busca hacer alianzas con otras instituciones públicas que tengan la capacidad de aportar espacios para hacer la investigación de campo y de alguna manera ya estén involucradas en estos temas, como la Universidad de Guadalajara; además los avances se están socializando con los diversos colectivos de familias que buscan personas desaparecidas a quienes se les invita a acudir al sitio de experimentación para que observen cómo se hacen las mediciones y lo que se puede interpretar a partir de ellas.
“Queremos que a las familias que les interese lo puedan conocer y a todas se les está extendiendo la información, lo estamos haciendo por colectivo o juntando a dos colectivos, la idea es presentárselo a todos de forma exhaustiva”, concluye Ávila.