Ciudad Juárez.— Pese a que desde el fin de semana se observa una disminución considerable en el número de personas migrantes que buscan cruzar a Estados Unidos, su llegada no se ha detenido.
Los pocos que arriban a esta frontera enfrentan, del lado mexicano, los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) y, del lado estadounidense, el alambre de púas y la valla colocados por la Guardia Nacional de Texas en la orilla del río Bravo.
Aun así, algunos logran cruzar de manera ilegal el río, pero ya no llegan a la puerta 36 del muro, como hacían hasta hace unas semanas, y muchos se han recorrido a la puerta 35.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se constató cómo pequeños grupos de migrantes recorrían entre el punto 35 y 36 del muro fronterizo en el lado mexicano de Ciudad Juárez para intentar entregarse a la Patrulla Fronteriza.
En ese lugar los elementos de la Guardia Nacional de Texas les avisaban por megáfonos que la frontera estaba cerrada y que la forma de solicitar asilo era por un puerto de entrada, es decir, por los cruces fronterizos o la aplicación CBP One.
Del lado mexicano se observó también a unidades del INM que vigilaban el bordo como parte de las acciones que se implementaron desde hace una semana para frenar el flujo de migrantes.
Aun y con la vigilancia, días atrás algunas personas lograron cruzar hasta la puerta 36 del muro y entregarse a la Patrulla Fronteriza, lo que no es ninguna garantía de que reciban asilo.
Sin embargo, desde el fin de semana ha disminuido considerablemente el número de personas que cruzan a Estados Unidos.
A la par de lo anterior, en la ciudad de Chihuahua durante el pasado fin de semana también se implementaron operativos por parte del INM para deshacer los campamentos que tenían personas en movilidad en ese municipio.