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Tras retomar la práctica de acudir al recinto legislativo a entregar su Primer Informe de Gobierno y quedarse a escuchar los posicionamientos de las fracciones parlamentarias, los diputados de oposición aprovecharon la presencia del mandatario priísta Alejandro Tello Cristerna para cuestionar el incremento de la inseguridad en Zacatecas, calificada como una de las principales problemáticas que aquejan a la sociedad.
Hace 10 años se reformó el artículo 59 de la Constitución Política local que ya no obliga a los gobernadores a escuchar los planteamientos de los diputados, pero Tello Cristerna aceptó retomar este ejercicio como muestra de apertura.
Los diputados lo exhortaron a que también en sus acciones demuestre que se trata de un gobierno diferente, por ende, le recomendaron “jubilar su amistad” con quienes presuntamente “afectaron” el erario, en referencia a su antecesor, el también priísta Miguel Alonso Reyes.
Los planteamientos de los legisladores se vertieron en referencia a que hace un año que inició con su mandato, Tello reveló que la anterior administración había heredado una deuda que comprometía la estabilidad financiera del estado.
Al respecto, el gobernador mencionó que su administración inició con deuda pública que ascendía a siete mil 698 millones de pesos, pero aclaró que hasta el momento su gobierno no ha incurrido en deuda ni ha solicitado ningún préstamo.
Incluso, aseguró que ha sentado las bases para “un mayor orden, racionalidad y transparencia en el manejo de los recursos públicos” y recordó el decreto de austeridad, que incluyó la disminución de 20% en el salario de los funcionarios de primer nivel del gabinete, así como el uso austero de la telefonía celular y combustibles, lo que significó un ahorro por más de 25 millones de pesos que se canalizaron a estímulos, equipamiento y capacitación de policías.
En cuanto a los señalamientos de la inseguridad, Tello dijo: “Yo también quiero un Zacatecas en paz”, pero señaló que para lograrlo se requiere de la unidad de todos los sectores de la sociedad. Incluso, mencionó que en el país se vive “una preocupante realidad”, porque existe “una severa desintegración familiar, un número de jóvenes que va creciendo en consumo de drogas exponencialmente”.
Aunado a esto —dijo—, abona a la disputa violenta por territorios de grupos de la delincuencia que genera escaladas de violencia. Mencionó que actualmente los registros oficiales revelan que ocho de cada 10 muertes violentas están ligadas a la delincuencia organizada.
Insistió en que recuperar la paz en Zacatecas es prioridad de su gobierno y destacó que en su primer año de mandato se incrementó el marco presupuestal para una plantilla de mil 100 policías estatales “profesionalizados y con probidad manifiesta”, además de anunciar que está por emitirse la licitación de un sistema integral de cámaras de videovigilancia de la más alta definición, cuya inversión será de más de 50 millones de pesos en una primera etapa.
Aprovechó para presentar a la Legislatura local la iniciativa para crear la nueva Fiscalía General de Justicia del Estado que fungirá como organismo constitucional con plena autonomía para actuar, misma que estará a cargo de un fiscal general.
Al salir de la Legislatura local, el gobernador de Zacatecas se trasladó a un evento multitudinario en el Multiforo de las instalaciones de la Feria Nacional de Zacatecas para dar el primer informe ciudadano, donde lo esperaban más de 10 mil asistentes que provenían de los 58 municipios, así como los invitados especiales, entre ellos, Enrique Ochoa, dirigente nacional del PRI.
De igual manera, asistieron los gobernadores de Michoacán, Aguascalientes, Durango, San Luis Potosí, Campeche y Colima; así como los ex gobernadores de Zacatecas: Amalia García, Miguel Alonso y Genaro Borrego.