Más Información
Familias de desaparecidos en Mazatlán irrumpen en evento de Sheinbaum; mandataria promete atender peticiones
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
Trump declarará a cárteles como organizaciones terroristas; "fui muy duro con México, hablé con la nueva presidenta"
Dictan 600 años de prisión a "El Negro" Radilla y "El Cone"; responsables de secuestrar al hijo de Javier Sicilia
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
estados@eluniversal.com.mx
San Raymundo Jalpan.— El reclamo por la falta de justicia y el aumento de feminicidios en Oaxaca llegó hasta el Congreso local en la voz de una niña de nueve años.
Por primera vez en la entidad, en su calidad de diputada infantil, una niña huérfana —hija de una mujer asesinada— denunció la impunidad que existe en las instancias de justicia para castigar los crímenes cometidos contra las mujeres.
“A las mujeres asesinadas se les llora afuera de las oficinas gubernamentales cuando preguntamos por los avances de la investigación y se nos responde con un ‘no he leído el expediente, deme unos días’ o ‘estamos a la espera’”, denunció Verónica R. G., legisladora infantil por el distrito 15 de Santa Cruz Xoxocotlán.
Verónica es una de las menores de edad que han quedado en orfandad en Oaxaca como consecuencia del asesinato de mujeres. La pequeña tenía cuatro años cuando su madre, Rosalía García, fue asesinada el 10 de julio de 2014 en Santa Cruz Xoxocotlán; cinco años después sigue esperando la aplicación de la justicia.
De acuerdo con la diputada infantil, a la fecha sólo ha sido detenido uno de los presuntos implicados en el crimen de su madre, pero aún esperan que se le dicte sentencia.
“Mi mamá fue asesinada en 2014 y hasta el día de hoy esperamos justicia y sentencia al único detenido.
“Son criminales los que mataron a mi mamá y hasta hoy, cinco años después, esconden la cara para otorgarnos justicia”, denunció Verónica durante su participación en la instalación de la primera Legislatura infantil.
Este ejercicio, realizado por primera vez en Oaxaca, reunió a 42 niños de entre seis y 14 años de las ocho regiones del estado, quienes tomaron la palabra y la tribuna para exponer lo que le preocupa a la niñez.
“¡Justicia, Justicia!”. Aunque temas como migración, medio ambiente y el rescate de las lenguas indígenas surgieron entre las inquietudes, las exigencias que se apoderaron de la tribuna fueron la necesidad de la paridad de género, la preocupación por los feminicidios infantiles y el clamor de justicia para los niños huérfanos que deja la violencia contra las mujeres,
Verónica no titubeó al tomar la palabra. Tras comenzar su mensaje, pidió la atención de todos los presentes y dijo enérgica que su voz era la de una víctima. Sin separar los ojos de la tribuna, leyó cómo en su niñez sólo conoce la historia de impunidad en la que ha vivido siempre.
Convencida de que el Estado mexicano ha fallado al garantizar la seguridad y justicia a los familiares de las víctimas de feminicidios, Verónica exigió a las instancias de procuración e impartición de justicia la aplicación de la ley.
Solicitó al gobierno estatal, a la Fiscalía General del estado y a la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña hacer públicas las cifras de los menores de edad que en Oaxaca se han quedado huérfanos a causa del feminicidio de sus madres, pues acusó que los niños y adolescentes afectados son invisibles para el Estado.
En México, en los primeros cuatro meses de este año han sido asesinadas mil 182 mujeres, de las cuales 48 casos ocurrieron en Oaxaca, de acuerdo con el informe de enero a abril del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En la entidad, desde finales de 2016 a la fecha suman más de 300 mujeres asesinadas, recordó Verónica, con base en cifras de la organización feminista Consorcio Oaxaca: “Las niñas y niños huérfanos por los feminicidios no debemos ser invisibles para el gobierno. Si ustedes se cansan de callarnos, nosotras no pararemos de gritar ‘¡justicia!, ¡ justicia!’”, concluyó la niña de nueve años. Y todo el recinto rompió en aplausos.