La diócesis Chilpancingo-Chilapa rechazó que el sacerdote, Germaín Muñiz García , haya estado vinculado a un grupo de la delincuencia organizada como lo afirmó el fiscal general del estado, Javier Olea Peláez.
Ayer, en conferencia de prensa, Olea Peláez dijo que una de las causas que pudieron haber provocado el ataque contra los sacerdotes fue que “ubicaron” a Germaín Muñiz como integrante de un grupo delictivo por las fotografías que se difundieron en las redes sociales donde aparece con armas largas y otra más junto a hombres armados.
El vocero de la diócesis, Benito Cuenca Mayo, dijo que las declaraciones que hizo el Olea Peláez son “esencialmente ambiguas” y consideró que carecen de sustento. Exigió que las investigaciones sean objetivas, verídicas y apegadas conforme a derecho y a la verdad de los hechos.
“Germaín Muñiz García nunca estuvo vinculado a ningún grupo delictivo. Tenía conocimiento, por la naturaleza misma de su trabajo pastoral , de la operación de algunos grupos en esa zona pues al ser un párroco y persona pública tenía que desplazarse por la zona donde estaban asentados esos grupos”, dijo el vocero.
Cuenca Mayo pidió a la Fiscalía investigar y dejar de hacer declaraciones basadas en supuestos hechos porque eso daña la reputación del sacerdote Germaín Muñiz.
msl