Ciudad Juárez.— Dina Salgado Sotelo sostiene que en esta sociedad todos podemos, aun cuando en la actualidad continúa la , la indiferencia y la falta de accesibilidad para las personas con discapacidad.

Es una mujer chihuahuense que a los 18 meses de nacida quedó sorda después de una fuerte temperatura que le dio a raíz de una enfermedad respiratoria, pero eso no ha sido una limitación a lo largo de su vida, ya que hoy se ha convertido en la primera mujer regidora con discapacidad auditiva en la historia del gobierno municipal de Ciudad Juárez.

Dar voz, crear políticas públicas, impulsar la inclusión y accesibilidad y también mostrarle a la comunidad que todos podemos, son algunos de sus deseos como regidora del ayuntamiento local encabezado por el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar, quien lanzó la propuesta de incluir dentro de su segunda administración en el cuerpo de regidores a personas con discapacidad.

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Como regidora, Dina busca cambiar la perspectiva, erradicar la discriminación
y la indiferencia de la gente hacia las personas sordas y con discapacidad. Foto: Paola Gamboa / EL UNIVERSAL
Como regidora, Dina busca cambiar la perspectiva, erradicar la discriminación y la indiferencia de la gente hacia las personas sordas y con discapacidad. Foto: Paola Gamboa / EL UNIVERSAL

Activista marca pauta en el estado

Dina comenzó su camino para la integración de las personas sordas en la sociedad desde muy pequeña.

En entrevista con EL UNIVERSAL cuenta que en 1973 aprendió la lengua de señas con la comunidad sorda en el estado y en 1978 comenzó a apoyar con la interpretación de lengua de señas mexicana en una iglesia en el municipio de Chihuahua.

Su camino desde esa época la llevó a convertirse en la primera intérprete para personas sordas en la entidad, en donde no había organizaciones civiles, ni tampoco se conocían los derechos de las personas sordas o con otra discapacidad.

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Parte de su educación la llevó en una escuela para terapia de lenguaje, en donde comenzó a leer los labios para poder comunicarse. Ahí conoció a su esposo, quien también tiene discapacidad auditiva. Él la acercó con una comunidad de sordos en Chihuahua y fue donde comenzó a conocer la lengua de señas.

“Me empecé a interesar en una comunidad que va a una iglesia cristiana. Me llamó mucho la atención la lengua de señas”, relata Dina por medio de su intérprete.

En ese lugar las mismas personas sordas necesitaban un intérprete y ella comenzó a apoyarlos, convirtiéndose en una fuente de comunicación, ya que sabía leer los labios, hablar y comenzaba a conocer el lenguaje de señas.

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“No había intérpretes, ni se sabía de derechos, ni asociaciones. Comencé apoyando, si veía injusticia me enojaba. No sabía nada de asociaciones, ni derechos, era como el instinto defensor de apoyar y defender a la comunidad sorda. Ahí aprendí señas con ellos y ahí me hicieron líder. Fui como una maestra que les explicaba palabras, temas, conceptos”, comenta.

Platica que al llegar a Ciudad Juárez decidió seguir apoyando por medio de la iglesia, en donde necesitaban a un intérprete, y fue así como conoció a un señor sordo que venía de la Ciudad de México y quien le mostró que ella era una líder que debía de saber de derechos humanos, de asociaciones locales, estatales, nacionales e internacionales.

Por medio de esa persona logró conocer no sólo las diversas lenguas de señas, sino también tuvo la oportunidad de conocer a líderes sordos a nivel estatal y nacional, hasta convertirse en 1998 en la activista fundadora de la Unión de Sordos del Estado de Chihuahua, siendo esta una de las primeras asociaciones de este tipo en la entidad.

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“La discapacidad no define límites”

“Sí se puede. La discapacidad no define límites. Tú puedes hacer la diferencia”, expresa Dina, quien desde septiembre rindió protesta como Regidora del Ayuntamiento local por Morena, puesto en el cual nunca imaginó estar.

El poder llegar hasta la posición en la que está le tomó varios años, ya que primero tocó puertas solicitando apoyos a regidores y presidentes municipales en varias administraciones, y fue así como se dio a conocer como activista.

Incluso, cuenta que laboró dentro de administraciones municipales y fue recientemente que la presidenta del DIF Municipal de Ciudad Juárez, Rubí Enríquez Parada, la invitó para representar a la comunidad de personas sordas y con discapacidad en la ciudad.

“No me imaginé aquí nunca, nunca. Al principio me sentí extraña, pero ya después me gustó, mis compañeros regidores son muy amables, me tratan bien. Me invitaron a participar, yo con gusto acepté porque me gusta apoyar a la comunidad y personas con discapacidad.

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La presidenta del DIF “fue quien me invitó por ser una persona con discapacidad, mi experiencia, vocación, mi trayectoria, que represento a la comunidad de personas con discapacidad. Muy agradecida con los presidentes”, expresa.

Como regidora busca cambiar la perspectiva, erradicar la discriminación, la indiferencia de la gente hacia las personas sordas y con discapacidad. Además, menciona que buscará en estos próximos tres años programas sociales, mejorar la calidad de vida, la inclusión y accesibilidad.

“Que haya educación, trabajo, salud, muchas cosas. Falta todavía mucho”, asegura.

Su trabajo y esfuerzo no sólo lo enfocará en la discapacidad auditiva o sordos, sino también en otras discapacidades y en poder brindar apoyos a otras organizaciones.

“Para mí es un reto, porque me gusta ayudar, apoyar a la gente, que haya inclusión, derechos iguales”, manifiesta.

Al llevar un mes como regidora encabeza ya la Comisión de Adultos Mayores, así como la de Derechos Humanos y Grupos Vulnerables de los regidores del ayuntamiento y también participa en la comisión de salud pública y familiar.

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