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Hermosillo.— “Haga justicia, soy responsable”, afirmó Juan Armando “N” en la audiencia en la que se presentó ante el juez que llevó la causa penal 2986/2019, durante la cual se le imputó el asesinato de la historiadora e investigadora del INAH, Raquel Padilla Ramos.
En la audiencia, que concluyó la noche del lunes, el hombre de 58 años fue sentenciado a 45 años de prisión.
Se reservó exponer sus motivos; sin embargo, aceptó plenamente su responsabilidad en el asesinato de Padilla Ramos, así como el procedimiento abreviado de justicia.
El sentenciado también fue condenado a pagarle 61 mil 608 pesos de multa a los familiares de la víctima, y 82 mil 144 pesos para la reparación del daño moral y el daño material.
Personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJE), a través del equipo de Agentes del Ministerio Público, presentaron sólidos datos de prueba ante el Juez de Control.
Raquel Padilla Ramos fue asesinada el 7 de noviembre y su muerte fue investigada como feminicidio.
Juan Armando “N” fue asegurado en flagrancia delictiva en el lugar de los hechos. Elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), de la FGJE ejecutaron la orden de aprehensión el lunes 11 de noviembre.
Las pruebas
Testigos indicaron que a las 16:10 horas del pasado jueves 7 de noviembre se tuvo conocimiento de la agresión. Padilla Ramos recibió heridas con arma blanca que le provocaron la muerte. Al momento del ataque estaba en su vivienda en la localidad de El Sauz, en la ciudad de Ures.
Un testigo presencial expuso que estaba en el inmueble, en cuartos diferentes, cuando escuchó gritos de la víctima, quien pedía ayuda, al acudir vio que Juan Armando estaba sobre ella.
Él portaba un arma blanca, mientras que ella se encontraba herida, por lo que el testigo salió a pedir ayuda y se encontró con elementos de Seguridad Pública Municipal, quienes detuvieron en flagrancia al responsable.
El atacante trató de privarse de la vida al provocarse heridas cortantes en cuello y muñecas, pero no lo logró. Fue trasladado al hospital general del estado, donde se le brindó atención médica. Luego de haber sido dado de alta, se le ejecutó la orden de aprehensión y fue llevado ante el juez para recibir sentencia.
