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La comunidad mormona de México volvió a llorar ayer por sus muertos. Los cuerpos de Rhonita Miller y cuatro de sus hijos fueron trasladados en una caravana de camionetas por el mismo camino de tierra donde fueron asesinados, esta vez, para su sepelio.
Tres ataúdes sencillos de madera llegaron al cementerio de Galeana. Ahí les dieron el último adiós a Rhonita y sus hijos Howard, de 12 años; Krystal, de 10, y las gemelas Titus y Tiana, de ocho meses, quienes fueron colocadas junto a su madre.
Durante los servicios funerarios los mexicano-estadounidenses criticaron al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por el escaso avance en las indagatorias para dar con los responsables del asesinato de tres mujeres y seis niños.
“Acabamos de enterrar a mi prima Rhonita y a sus hijos (...), ahora queremos justicia, que encuentren a los responsables. Queremos también que lo que nos ha acontecido ilustre lo que nos ha pasado por una década en todo el país”, añadió Julián LeBarón, activista y uno de los líderes de la comunidad.
El jueves pasado, familiares y amigos dieron el último adiós a Dawna, otra de las mujeres fallecidas en el ataque, y a sus dos hijos.
Quieren irse
De acuerdo con la agencia de noticias EFE, ante la situación de violencia e inseguridad en la que viven, son varias las familias de la comunidad mormona que han externado sentirse inseguros en México, como algunos pobladores de La Morita, que decidieron mudarse a Europa o Estados Unidos.
Otro número importante de mormones está pensando en dejar de manera definitiva el territorio que habitan entre Chihuahua y Sonora.
“Creemos que somos individualmente responsables por hacer valer nuestra libertad, el hecho de que vivamos rodeados por personas armadas, con rifles americanos de última tecnología y a nosotros no se nos permita ni tener con qué defendernos”, comentó Julián LeBarón.
Habitantes de Bavispe, Sonora, advirtieron que el éxodo de los mormones de las comunidades La Morita, LeBarón y Galeana sería un golpe para todos los residentes de esta región porque la relación de vecindad es muy positiva, se generan fuentes de empleo y económicas.
***Con información de agencias