Guadalajara.— La Fiscalía de Jalisco detuvo ayer a tres policías de Ixtlahuacán de los Membrillos por la muerte de Giovanni López, mientras la Secretaría de Seguridad Pública intervino la Policía Municipal para tomar el control de la seguridad en esa demarcación del área metropolitana de Guadalajara.
El fiscal del estado, Gerardo Octavio Solís Gómez, informó que los detenidos son el comisario de Seguridad, un mando medio y un policía. Además, señaló que el presidente municipal de Ixtlahuacán, Eduardo Cervantes (PRI), está citado a comparecer en este caso y por otro de abuso de autoridad.
Respecto a los detenidos tras la protesta del jueves en el centro de Guadalajara, el fiscal indicó que se trata de seis menores, dos mujeres y 20 hombres; de estos últimos, cuatro cuentan con antecedentes penales y otros cuatro provienen de otros estados; a todos se les investiga por daños y lesiones.
Solís Gómez dijo que desde el momento de la detención se dio aviso a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para que supervisara los procesos de consignación; reveló que 13 de los detenidos levantaron quejas ante la defensoría estatal por la forma de actuar de los policías.
En tanto, Juan Bosco Agustín Pacheco, secretario de Seguridad Pública, indicó que desde la mañana se tomó el control de la policía de Ixtlahuacán, y 32 de sus elementos fueron enviados a la Academia de Policía para recibir capacitación.
Dijo que se detectó que 34 de los 69 agentes de la corporación reprobaron los exámenes de confianza y no fueron dados de baja; además hay miembros en activo que no están registrados, y otros que causaron baja pero continúan en el sistema.
La noche del 4 de mayo, Giovanni fue arrestado por policías de Ixtlahuacán de los Membrillos —presuntamente por no portar cubrebocas— y falleció mientras estaba bajo custodia.
Durante la detención del joven, su familia grabó la forma violenta en que ocurrieron los hechos. Al ver que las investigaciones sobre su muerte no avanzaban, hicieron público el video y denunciaron que el alcalde intentó sobornarlos para no difundir el material.
El miércoles, a través de redes sociales se convocó a una marcha en Guadalajara para exigir justicia por Giovanni, pero se tornó violenta.
Por la noche, el gobernador Enrique Alfaro culpó a la “gente” del presidente Andrés Manuel López Obrador de enviar infiltrados a Jalisco para provocar los disturbios.
En respuesta, el mandatario Andrés Manuel López Obrador aseveró que si el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, tiene pruebas que las dé a conocer. “El que acusa tiene que probarlo para actuar de manera responsable”, dijo en su conferencia de prensa mañanera en la 30 Zona Militar de Villahermosa, Tabasco.
El titular del Ejecutivo federal reconoció tener diferencias políticas con el gobernador de Jalisco, pero aclaró que no hay interés de pelearse con él, y rechazó las acusaciones en su contra. “No tenemos interés en pelearnos con ningún gobernador. Tenemos interés en enfrentar los grandes y graves problemas nacionales, a eso me dedico y no soy hipócrita, porque no soy conservador, no tiro la piedra y escondo la mano”.
Más tarde, el mandatario jalisciense matizó su postura respecto a que el presidente Andrés Manuel López Obrador y su “gente” provocaron los actos violentos en Guadalajara durante la manifestación del pasado jueves por la muerte de Giovanni López.
“Lo que le digo al Presidente es que yo sigo creyendo que él es una gente de bien, que él no está dando estas instrucciones, pero también le digo con claridad al Presidente de México que su gente cercana, de su gobierno y de su partido está apostando a la violencia como una ruta para mantener el poder, para seguir cuidando sus intereses y sus agendas personales, y le digo al Presidente de México que él como jefe de Estado está obligado moralmente a cumplir una petición puntual, respetuosa, que hacemos desde el gobierno de Jalisco”, dijo el mandatario estatal en conferencia de prensa.
*Con información de Alberto Morales y Pedro Villa y Caña