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La Secretaría de Finanzas del gobierno de Javier Duarte de Ochoa pagó millonarios recursos por concepto de “difusión” a decenas de empresas ajenas a la comunicación, con domicilios fiscales falsos e incluso boletinadas por la Secretaría de Hacienda como “inexistentes”.

Durante las auditorías practicadas por el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) al ejercicio fiscal de 2016, el último de Duarte de Ochoa, detectó anomalías administrativas o un posible desvío de recursos públicos por 2 mil 284 millones de pesos, que representan casi el presupuesto total de un año de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz.

Si bien en los pagos por difusión aparecen medios de comunicación legalmente establecidos, con empleados y circulación; en las listas incluidas en la Cuenta Pública de 2016, figuran constructoras, inmobiliarias y distribuidoras con graves irregularidades e incluso “fantasmas” que recibieron millones de pesos sin comprobar algún servicio.

Un gran número de estas empresas fantasmas reportaron domicilios fiscales en el estado de Puebla, donde al hacer una investigación periodística, se detectó que en lugar de compañías hay casas habitación, comercios y departamentos donde los vecinos desconocen su operación.

Se halló, por ejemplo, que dos empresas tenían la misma dirección en Puebla. Se trata de Constructora Haguen y Edificaciones Abnegatio, con dirección en Río Balsas 6410, a las que se les pagaron 71 millones de pesos.

En una visita física a la dirección se encontró una modesta casa de dos pisos, la segunda planta sin acabados, con un local comercial cerrado y sin que los vecinos ubiquen a las compañías. Tres empresas más compartían otra dirección en Puebla: Edificaciones Abissimus, Edificaciones Aperire y Logística Empresarial Pitra con dirección en Arboledas 31, colonia Bello Horizonte, a las que en conjunto se les pagó más de 250 millones de pesos.

Al hacer una verificación física de la dirección se encontró una casa habitación de un piso en color blanco y los vecinos reportaron que siempre ha vivido ahí una familia.

La Constructora Cehya recibió un pago de 75 millones de pesos y reportó como domicilio fiscal la avenida 25 Poniente 104 de la ciudad de Puebla, donde se localizaron locales de comida y departamentos de clase popular sin que vecinos tengan registro de la operación de esa constructora.

En la lista aparecen otras empresas de Puebla de las que no hay registros en internet de sus operaciones y que recibieron millonarios recursos del gobierno de Veracruz. También aparece edificaciones Tatsumi, dedicada al comercio al por mayor de materiales de construcción, la cual recibió 64 millones de pesos.

Durante 2016, se detectó un presunto desvío de recursos públicos de 6 mil 883 millones de pesos, de los cuales 2 mil millones corresponden a este caso de empresas ajenas al área de medios de comunicación.

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