El Congreso de Nayarit removió de su cargo al auditor superior del estado, Roy Rubio Salazar, uno de los hombres de confianza del ex gobernador Roberto Sandoval Castañeda (2011-2017) por falta grave al aceptar en el ejercicio de su función otro cargo con remuneración: una Notaría Pública.
La remoción implica desmantelar parte de la red de protección tejida por Sandoval para cubrir su salida de la administración estatal.
En 2013, Sandoval impulsó una reforma para ampliar de cuatro a ocho años el periodo legal del auditor con oportunidad de ser ratificado por un periodo más; al hacerlo quitó del cargo a Salvador Íñiguez Castillo, que aún era auditor y promovió a quien fue su contralor en el gobierno del estado: Roy Rubio.
Además, para que Rubio pudiera ser nombrado se modificó el artículo 121 de la Constitución del estado para eliminar el requisito de tener que haber renunciado al cargo de secretario de Estado con al menos un año de anticipación. La cercanía entre el mandatario y el auditor quedó de manifiesto el 3 de agosto de 2016, cuando en el Periódico Oficial del estado de Nayarit se publicó el “acuerdo administrativo que tiene por objeto conceder al licenciado Roy Rubio Salazar la patente de notario suplente adscrito a la Notaría Pública Número 3, de la Segunda Demarcación Notarial con residencia en San Blas”.
La llegada de Rubio como auditor fue cuestionada debido a que en dos ocasiones la Secretaría de la Función Pública lo inhabilitó por periodos de un año por su mal desempeño como funcionario del Sistema de Administración Tributaria; sin embargo, el gobernador logró imponerlo a través de su mayoría en el Congreso.
Ayer, el diputado Leopoldo Domínguez, presidente de la Comisión de Gobierno, dijo: “Fue juez y parte, debe ser removido, pues debemos tener temor al desacato de la voluntad popular que se reflejó el 4 de junio. Los ciudadanos dijeron basta a los funcionarios corruptos y ausentes de autoridad moral, por lo que debemos generar confianza y certeza en la gente, que tanto espera de nosotros”.