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La presidenta municipal de Puebla , Claudia Rivera Vivanco , destituyó a dos funcionarios de su administración por presuntos actos de corrupción.
Se trata de la secretaria de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, Beatriz Martínez Carreño, y del director del Medio Ambiente, Ismael Couto Benítez.
La alcaldesa morenista anunció el inicio de procedimientos administrativos y la presentación de denuncias penales en contra de sus ahora exfuncionarios por supuestos actos de corrupción en el otorgamiento de licencia de obras y permisos de cambios de usos de suelo en la capital poblana.
"Nuestra política nunca ha buscado señalar o perseguir a nuestros colaboradores, pero tampoco encubrirles", aseguró en conferencia de prensa.
Indicó que quienes rompen la confianza que la ciudad les otorgó y repiten las malas prácticas y vicios de las administraciones pasadas, privilegiando intereses personales, pierden toda oportunidad de permanencia y deben asumir la responsabilidad de sus actos.
Rivera Vivanco precisó que, derivado de un proceso que se funda en denuncias y en indagatorias internas, cuentan con indicios suficientes de actos de corrupción.
"He instruido iniciar una auditoria profunda, amplia y rigurosa a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentibilidad, que limpie de una vez por todas este espacio que durante muchos años servía para corruptelas y para la colusión entre funcionarios y representantes inmobiliarios, lo que incluso se ha denominado como: el cártel inmobiliario”, afirmó.
Además, anunció que se revisarán los procedimientos de otorgamiento de licencias de obra, permisos de cambio de uso de suelo y cualquier otro que implique la relación directa con las y los ciudadanos.
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"A la par de la salida de estos titulares, presentaremos las denuncias correspondientes por hechos con apariencia de delito, en contra de quienes resulten responsables ante la Fiscalía Anticorrupción", dijo.
Y advirtió que no permitirá actos indebidos, ni consentirá que en ninguna dependencia se condicionen los servicios y la atención a la ciudadanía.
"Pudimos cometer errores técnicos, pero nunca permitimos errores éticos y esta es una prueba de ello".
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