Sus padres y hermanos, que hace 28 años lo vieron partir hacia Estados Unidos siendo un adolescente, hoy dieron a Benito Juárez Cavazos la última despedida entre oraciones, cánticos religiosos, y lágrimas de dolor por el fatal destino que tuvo en Houston, Texas, el pasado martes, durante las inundaciones provocadas por el huracán Harvey.
Después de concluir la ceremonia de velación en la capilla de Servicios Funerarios Villagómez Flores, en el centro de Montemorelos, los restos de Benito, fueron trasladados a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, donde se ofició una misa.
En su afán de superación, Benito cruzó la frontera sin documentos, cuando tenía 14 años; volvió inerte 28 años después, cuando estaba a punto de recibir la residencia en Estados Unidos.
Los lugareños coinciden en que lo orilló a irse, la crisis que azotaba al municipio, como resultado de dos grandes heladas en 1982 y 1988, que acabaron con miles de árboles de naranja, cuyo cultivo constituía la principal actividad económica de la región.
Ahora, la actividad económica se ha diversificado y muchos de aquellos huertos de cítricos, cedieron su espacio a nuevos fraccionamientos residenciales, para atender las necesidades de la creciente urbanización.
Con sus 60 mil habitantes, Montemorelos se ubica en el lugar 12 entre los 51 municipios de Nuevo León en lo referente al Índice de Desarrollo Humano, sólo es superado por San Pedro Garza García, San Nicolás de los Garza, Monterrey, Santiago, Melchor Ocampo, Guadalupe, Apodaca, Pesquería, Higueras, Cadereyta, y Allende.
La tierra a la que volvieron los restos de Juárez Cavazos, hoy es un pueblo tranquilo.
