Puebla.— Los cohetones lanzados sobre las casas de la comunidad de Santa María Ixtiyucan le dieron la despedida al alcalde electo de Nopalucan, Félix Aguilar Caballero, el hijo pródigo que vio truncada su carrera por el ataque armado que sufrió la noche del lunes.
Los globos blancos también fueron soltados para decirle adiós al dos veces presidente de la Junta Auxiliar, a quien los policías municipales despidieron colocando una Bandera de México encima del ataúd, y el pueblo veladoras en la orilla de la carretera donde fue asesinado.
El reloj marcaba las 11:30 horas cuando el cuerpo ingresó al pueblo acompañado por unas 500 personas. Su primera parada fue una vivienda de su hermana y luego el domicilio donde vivió con su familia.
Mientras los cohetones no dejaban de retumbar, familiares y amigos exigían en cartulinas justicia a las autoridades, que indican que el alcalde electo presuntamente se dedicaba a actividades ilícitas y que su muerte tendría que ver con un ajuste de cuentas.
“De acuerdo con investigaciones previas por denuncias en contra del presidente municipal electo, se tienen indicios de que presuntamente se dedicaba a actividades ilícitas, como el robo de combustible y asalto a trenes, por lo que no se descarta que este hecho sea un ajuste de cuentas”, indicó la Secretaría de Seguridad.
Policías estatales encontraron en el interior de un vehículo tipo sedán, marca Volkswagen, de color rojo, a Aguilar Caballero.
La Fiscalía General del Estado de Puebla anuncio que inició la carpeta de investigación por el homicidio y adelantó que se abrieron varias líneas de investigación, “ninguna relacionada con su actividad política, dado que la información y datos que se tienen hasta el momento descartan esa posibilidad”.
La diputada local del PRD, Socorro Quezada, lamentó que el gobierno de Puebla criminalice al edil electo; el ex candidato del PVEM a la gubernatura, Michel Chain, también exigió esclarecer el crimen.