Guadalajara.— Desde una cárcel en California, Naasón Joaquín García envió un mensaje a sus fieles, congregados por miles en la colonia Hermosa Provincia de Guadalajara, principal sede de esta iglesia, para dar inicio a su máxima celebración: la Santa Convocatoria, la única vez en el año que pueden comulgar.
Su lugar —una especie de trono con sus iniciales, instalado en un altar circular al fondo del templo principal de La Luz Del Mundo (LLDM)— permaneció vacío y un ministro designado por el propio líder religioso leyó sus palabras.
En ellas no hubo referencia a su situación jurídica en Estados Unidos ni a las acusaciones por delitos sexuales que recaen sobre él; habló de la expansión por el mundo de la iglesia que fundó su abuelo en 1926, de la “alegría cristiana” y el orgullo de ser de la Hermosa Provincia.
En este punto de Guadalajara, “una humilde colonia considerada por los hombres como de clase media, en una zona de la ciudad de poca plusvalía” —como el propio Joaquín García lo describió—, los miles que escucharon su mensaje respondieron con alabanzas, se estrecharon las manos, se las besaron y pronunciaron al oído frases de hermandad.
Quienes entraron al templo —hombres de un lado, mujeres de otro— se arrodillaron y oraron en voz alta, pidiendo por su líder, su familia, su congregación… muchos lloraron para hacer externa la cercanía con el dios que profesan.
En las calles aledañas, los fieles cargaron con bancos, para sentarse durante las dos horas que duró la ceremonia de bienvenida, a la cual llegaron personas de prácticamente de toda la República y otros 58 países, de los cinco continentes.
“La colonia ya es insuficiente”, explicó uno de los asistentes, por ello esta ceremonia se realizó de manera simultánea en otros dos templos ubicados en las colonias Aarón Joaquín González y El Bethel, también en Guadalajara.
“El varón de Cristo no está físicamente, pero sí en espíritu”, dijo el mismo personaje. Cuando el ministro que presidía hacía mención de él, explotaron las alabanzas.
En la calzada principal Samuel Joaquín Flores —padre de Naasón y líder de esta iglesia hasta su muerte en 2014— desapareció el letrero que con grandes letras de acero recordaba la contingencia: “#Inocente”; pero la consigna seguía en las playeras que portaban muchos y se acompañaba de otra declaración plasmada en camisetas o lonas que colgaban de las casas: “#Honorable”.
Oficialmente, la organización informó que al evento acudieron más de 400 mil personas, pero Protección Civil de Guadalajara indicó: “Unos 55 mil, máximo”, calculó un elemento que resguardaba la calle.
Mientras, decenas de comerciantes y habitantes, incluso sin ser fieles de esta iglesia, adoptaban sus formas: “Pásele, hermano, son de asada y barbacoa”.