Hermosillo.— Alrededor de 150 integrantes de la Caravana Migrante 2018 fueron desalojados del albergue Centro Habitat, ubicado en la colonia San Luis, al oriente de la capital del estado. Así, su sueño comienza a convertirse en pesadilla
Ante esta situación, fueron recibidos en la parroquia de la Colonia San Luis, por el sacerdote Gilberto Lezama, quien afirmó que tendrán comida y techo durante su estancia en esta capital, mientras resuelven su situación con el Instituto Nacional de Migración (INM).
Hasta ahora, han viajado a Baja California cerca de 400 personas, en su mayoría mujeres y niños; en la primera salida ocurrida el lunes pasado se marcharon a Tijuana 130 personas; la noche del martes cerca de 300 en cuatro autobuses.
En su arribo el sábado 21, los miembros de la caranava llegaron a tres albergues. En el principal tenían sanitarios portátiles, brigadas de socorristas de la Cruz Roja y un equipo de la Secretaría de Salud, sin embargo todo desapareció y cada vez hay más personas enfermas. Están hacinadas y no tienen donde asearse.
Irineo Mújica, coordinador de Pueblos sin Fronteras, en una oficina improvisada adelanta la recepción de documentos que se entregan a la delegación del INM para que el trámite sea más rápido y puedan viajar o quedarse en Hermosillo.
Posible tuberculosis. Este lunes, el gobierno de Sonora informó a las autoridades de Baja California que nueve migrantes de la caravana, quienes iban en tránsito, probablemente padecen problemas de tuberculosis, señaló Enrique Claussen Iberri, Secretario de Salud local. “Acabamos de informar a las autoridades de salud de Tijuana que había nueve probables casos de tuberculoslis, la gente fue atendida, el diagnóstico es tardado porque duraría 10 días, autoridades sanitarias fueron avisadas, van en tránsito, en estos casos es importante darles todos los medicamentos posibles”.