Chilpancingo.— La tensión permeó el Congreso de Guerrero: todo estaba listo para que se aprobara la despenalización del aborto.

El eje del dictamen son dos artículos: 158 y 159 del Código Penal. El primero propone su derogación, pues criminaliza a las mujeres que deciden abortar, y el segundo se reforma, elimina el requisito de presentar una denuncia penal para mujeres que sufrieron una violación sexual.

A las afueras del Congreso desde las 10 de la mañana arribaron grupos de religiosos para protestar por la posible aprobación. Dentro del recinto legislativo las negociaciones eran intensas por incluir en el orden del día la primera lectura del dictamen. 

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La sesión estaba programada a las 11 de la mañana, pero se suspendió por falta de quórum. Una hora después inició, pero el dictamen no estaba en el orden del día y comenzó el jaloneo. La diputada de Morena Citlali Calixto, quien presentó la iniciativa, pidió a la Mesa Directiva incluir la primera lectura del dictamen en el orden del día.

La presidenta de la Mesa Directiva, la priista Flor Añorve Ocampo, lo sometió a votación y el dictamen se incluyó.

Afuera los grupos de religiosos y providas tomaron todos los accesos del Congreso, a los carros que pasaban les pintaban leyendas que decían: “Sí a la vida, no al aborto” y alrededor de las tres de la tarde se retiraron.

Una hora después, un grupo de feministas se concentraron en la plazoleta de Las Banderas. A las 5:30 salieron en marcha al Congreso local lanzando consignas en defensa del derecho a decidir de las mujeres.

“¡Asesinos, asesinos son ustedes, el aborto es clandestino, las que mueren son mujeres!”, gritaron las manifestantes. 

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En cuanto llegaron al Congreso le colocaron cadenas a todas las puertas, colgaron lonas y tomaron el acceso principal. “De aquí no nos vamos hasta que se haya votado”.

Minutos después, salió hasta la reja el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el morenista Alfredo Sánchez Esquivel, a informarles a las feministas que no habría una segunda sesión, que se convocó hasta el próximo miércoles.

Luego salieron las diputadas de Morena Beatriz Mojica , Citlali Calixto y Nora Velázquez para decirles lo mismo, pero no dieron razones suficientes del porqué no se votó el dictamen.

Al final, las feministas liberaron el Congreso y se retiraron. En el aire quedó la sensación de que este miércoles era el momento para aprobar la despenalización, que todo estaba listo, que se había llegado hasta donde nunca se había logrado, que los números eran suficientes, pero de nuevo se quedó en la línea.