Tapachula.— Las condiciones de salud de los miles de migrantes que se encuentran en Tapachula son “deplorables”, como constataron ayer médicos y los propios pacientes, durante una jornada de salud que brindó una clínica móvil que se instaló afuera de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en Tapachula, donde unos 2 mil migrantes de Haití, Cuba, Venezuela, Colombia y Centroamérica hacen fila diariamente en un intento por conseguir el estatus de refugiado.
Casi 100 personas hicieron fila en la clínica. Madres haitianas y hondureñas fueron de las primeras en acercarse y se quejaron de que sus hijos padecen tos, gripa, fiebre y diarrea. Dicen que cuando llevan a los niños a las instituciones públicas de salud les niegan la atención por no contar con el documento de protocolo de la Comar.
En esa fila se encontraba el haitiano Estif, de 21 años de edad, quien repentinamente se desmayó en la calle y sus compañeros lo ingresaron a la clínica móvil, que apenas se preparaba para atender a decenas y decenas de pacientes.
El diagnóstico médico arrojó una peritonitis y de inmediato fue trasladado en una ambulancia al hospital regional.
El médico reportó a sus amigos que el hombre se encontraba en condiciones deplorables de salud. No era el único.
Sentados en una banqueta, Yomai y Disyei, padres del pequeño Jean Gabriel, de cinco meses de nacido, quien sufrió un accidente y se fracturó la pierna derecha, esperaban que el menor pudiera ser atendido.
“Aquí no hay atención de médicos a niños. Mi hijo está quebrado desde hace 15 días de su pierna y no lo quisieron atender en el hospital, lo tuve que llevar a una clínica privada”, se quejó el padre de familia.
Explicaron que no tienen dinero para llevarlo de nuevo al doctor y por eso ahora aprovecharán para que lo atiendan en esta clínica móvil.
María Alejandra Medina, una hondureña de 28 años de edad, también esperaba impaciente que atendieran a sus hijas Greichel Isabel, de dos años, y Yoshua, de nueve, que desde hace varios días presentan tos, gripa y fiebre. La madre dice que han pasado frío y lluvia porque viven en la calle desde hace 15 días.
Relata que ella y su familia huyeron de Honduras a causa de la violencia y expone que su cita para tramitar su estatus de refugidos ante la Comar es para el 10 de diciembre.
“¿Qué voy a hacer estos tres meses? En la calle aguantamos lluvia, sol y hambre”, lamenta.
Al respecto, Médicos Sin Fronteras denunció la “vulnerabilidad extrema” en la que están los migrantes, hacinados y sin servicios médicos en Tapachula, Chiapas, y Reynosa, Tamaulipas. En un comunicado, la ONG advierte que el deterioro de la situación de los migrantes, resultado del “fracaso” de las políticas de asilo de México.
En tanto, decenas de migrantes haitianos marcharon ayer para exigir que se agilicen sus trámites ante la Comar y puedan abandonar esta ciudad, donde no tienen oportunidades y son discriminados.
En los últimos ocho meses, 77 mil 559 migrantes han tramitado su estatus de refugiados ante Comar, de los cuales 55 mil permanecen en esta ciudad, en su mayoría procedentes de Honduras (29 mil 699) y Haití (18 mil 883), según cifras de la Comisión.