Villahermosa.— El gobernador del estado, Adán Augusto López Hernández, acusó a su antecesor, el perredista Arturo Núñez Jiménez, de dejar la administración estatal con un hueco financiero de 5 mil millones de pesos.
Pese a ello, aclaró: “No habrá problemas para el pago de prestaciones de fin de año”.
El mandatario local explicó que de la deuda heredada se han pagado hasta la fecha más de mil 500 millones de pesos, y afirmó que no solicitará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la condonación de impuestos, tal como lo hizo el gobierno anterior.
“A pesar de que todavía hay una presión de gasto fuerte, vamos a salir bien, antes de fin de año van a estar pagadas las prestaciones de la burocracia y esperamos continuar con esa estabilización de las finanzas públicas”, aseveró.
López Hernández aseguró que la entidad está en pleno proceso de estabilización de sus finanzas públicas, como resultado de las políticas de austeridad aplicadas en todos los rubros de la administración.
“Yo reto a quien dice que estamos fingiendo austeridad a que nos la compruebe, se acabaron los gastos onerosos en el gobierno, ya no tenemos avión propiedad del gobierno, ya no rentamos en poco más de 30 millones de pesos anuales un helicóptero, ya no rentamos en poco más de 87 millones de pesos un avión”, indicó.
En entrevista radiofónica, el mandatario tabasqueño hizo mención de que su administración presentó demandas penales, una de ellas contra la Unión Ganadera Regional (UGR), debido a que el gobierno anterior les condonó un préstamo de 30 millones de pesos que se les había otorgado como crédito, y una más por la compra irregular del un dron que tuvo un costo de 12 millones de pesos.
El gobernador negó que haya “cacería de brujas” en los procesos de investigación contra irregularidades detectadas en la administración pasada.