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Nueve reporteros fueron agredidos por policías estatales durante un operativo en la comunidad de La Concepción, en Acapulco.
El ataque se dio en el operativo que realizaron agentes de las policías Estatal, Ministerial y el Ejército en la comunidad de La Concepción, después de que en ese lugar se enfrentó la Policía Comunitaria, de la CRAC y pobladores, hecho en el que murieron ocho personas y con el segundo hecho de violencia la cifra llegó a 11 fallecidos. El corresponsal de la revista Proceso, la agencia AP y Cuartoscuro, Bernardino Hernández Hernández, fue golpeado por policías estatales, quienes le quitaron la memoria de sus dos cámaras. Hernández contó que cuando estaba fotografiando la represión de los policías estatales contra los pobladores y guardias civiles de la comunidad de La Concepción, en los bienes comunales de Cacahuatepec, agentes estatales lo atacaron.
Primero, relató, los uniformados le intentaron quitar las cámaras fotográficas que portaba, pero se resistió; posteriormente lo comenzaron a golpear hasta que lo tiraron al piso. Ya en el suelo lo patearon y lo arrastraron unos 50 metros.
El fotógrafo de AP narró que mientras lo golpeaban lo amenazaban con desaparecerlo y matarlo. Sin embargo, el periodista no soltó su equipo fotográfico, lo hizo hasta que los agentes dispararon muy cerca de él. Cuando los agentes tuvieron las cámaras extrajeron las memorias. Hernández quedó con lesiones en las piernas, los brazos y las costillas, y una en la cabeza por la cual fue hospitalizado.
El fotógrafo había documentado la forma violenta en que se estaba llevando a cabo el operativo. Entre sus imágenes estaba registrado cómo habían quedado los cuerpos de los tres policías estatales. Tras las agresiones en su contra, presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por robo, daño, lesiones y abuso de autoridad.
