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estados@eluniversal.com.mx
La democracia le ha quedado a deber al pueblo mexicano, con un proceso electoral costoso, violento, con más guerra sucia que propuestas que beneficien a la sociedad, asegura Miguel Ángel Navarro Navarro, rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG) , quien además propone que haya una segunda vuelta electoral en la que en realidad se refleje la voluntad de los ciudadanos.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el académico consideró que Jalisco es un reflejo de la realidad nacional y lamentó que existan siete aspirantes a la gubernatura que no han hecho más que “enlodarse” entre sí y han montado un espectáculo “donde se acusan de rateros, borrachos o corruptos, y eso nos hace preguntarnos en qué circo estamos”.
Dijo que la mayor preocupación de la entidad —donde se elegirá gobernador, 125 alcaldes, 20 diputaciones locales y 20 legisladores federales— es la inseguridad, de la que derivan violencia y corrupción.
“Hay una triple hélice negativa: corrupción, impunidad y crimen; lo vemos en todas las esferas, federales y locales. La corrupción conduce a la impunidad, ésta al delito, y es un círculo vicioso que se retroalimenta”.
Sobre los asesinatos de aspirantes a cargos públicos, dijo que es resultado de la descomposición social en la que ha caído el país, “y una muestra de cómo el crimen organizado pareciera que se adueñó del estado. Es como si no existiera el Estado de derecho; en Jalisco parece que no hay fuerza pública capaz de contener a los criminales”. A los jóvenes, donde incluyó a los más de 123 mil 932 universitarios de la UDG, los invitó a salir a elegir a quien más les convenza, “pero basados en información”.
¿Qué opina de los aspirantes a la gubernatura de Jalisco?
—Siete candidatos me parecen demasiado. Creo que el proceso, como en otros años, está cayendo en lo que siempre hemos querido evitar, que es una guerra de lodo, una guerra sucia, que es resaltar por qué el otro no debe ser votado. Si lo único que podemos presumir y argumentar es que el otro es un corrupto o un ladrón, entonces entre quién estamos o aspiramos a elegir.
¿Considera que los aspirantes han quedado a deber en cuanto a propuestas?
—La democracia le ha quedado a deber al pueblo en cuestión de su eficiencia. Necesitamos pasar a la segunda vuelta electoral, no es posible que alguien gobierne al país con la voluntad de tres de cada 10, como ocurrió con Enrique Peña Nieto. Debería existir una segunda vuelta electoral para que el electorado decida entre los dos mayores y algún candidato saque más de 50% de votos.
Jalisco es un reflejo de la realidad nacional: hay siete candidatos que van a recibir apoyos del Instituto Nacional Electoral a su representación estatal y están enlodándose entre sí; me parece un espectáculo de vergüenza para los ciudadanos ver que se acusan de rateros, de borrachos y corruptos. Uno se pregunta en qué circo estamos.
También es un proceso marcado por la violencia, ¿a qué se debe?
—Esta violencia nos habla de la descomposición social en la que estamos cayendo como país. El crimen organizado parecería que se adueñó del estado, parece que se acabó el Estado de derecho, no hay fuerza pública capaz de contener al crimen organizado porque, además, es como si todas las instancias responsables de impartir justicia formaran parte del crimen. El problema es la infiltración, la colusión, el crimen organizado existe porque hay corrupción en todas las instancias que deberían combatirlo.
En los municipios de Jalisco nos da pena darnos cuenta de que en la mayoría hay criminales infiltrados: ellos ponen y quitan policías; lo más cómodo para ellos es matar candidatos que no aceptan alinearse con sus demandas, y es lo que estamos viendo.
La inseguridad es la principal demanda de los jaliscienses. ¿Qué opina de las estrategias propuestas por los candidatos?
—En efecto, es el primer punto de preocupación para todos en Jalisco, extrañamos aquella ciudad pacífica en la que podíamos caminar a cualquier hora del día sin temor a que nos asalten para quitarnos el celular o dinero; los secuestros están a la orden del día, igual que las violaciones, el robo a casa-habitación. Los aspirantes no han hecho ninguna propuesta buena para combatir esta triple hélice negativa de corrupción, impunidad y crimen, que además se ve en todas las esferas, federales y locales; la corrupción conduce a la impunidad y ésta al delito. Es un círculo vicioso que se retroalimenta.
¿Habrá alternancia en Jalisco?
—Si yo tuviera una bola de cristal para prever lo que va a ocurrir, te diría que todo parece indicar eso, las encuestas hablan de la ventaja de uno de los contendientes y no es precisamente del partido que gobierna el estado.
¿Cuál será el impacto del voto joven en el estado?
—El crimen organizado se está nutriendo de jóvenes que no ingresaron a la educación media superior y superior. Una situación que me da terror es ver que hay sicarios que no sobrepasan los 25 años. En otro punto, qué bueno que quienes van a participar en las elecciones puedan empezar a elegir entre las opciones que les parecen las mejores. Nosotros como universidad les pedimos que razonen su voto, que elijan al que quieran, no nos metemos en política, pero nuestra obligación es pedirles que piensen su voto. Ojalá que cambien el destino de esta sociedad que las generaciones de salida no hemos logrado hacer.