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A 20 días de que inició el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y luego de que el pasado lunes se otorgaron los nombramientos oficiales a los 32 delegados federales, aún no existe claridad sobre las tareas que desempeñarán.
Además, la mayoría no tiene un equipo de trabajo definido, al menos 22 de ellos no poseen oficinas propias, algunos desconocen cuál será su salario y hasta la fecha sólo cinco han iniciado el proceso de entrega-recepción de las dependencias federales.
Tan sólo en Baja California Sur, Chihuahua y Zacatecas sus respectivos delegados, Víctor Castro, Juan Carlos Loera de la Rosa y Verónica Díaz dieron a conocer esta semana el inicio formal del proceso, mientras que en Yucatán e Hidalgo también comienzan a recibir el estado actual que guardan las secretarías.
La reforma. La figura propuesta por López Obrador se materializó el pasado 30 de noviembre en la Cámara de Diputados, tras la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, con lo cual el Poder Ejecutivo contará con delegaciones de Programas para el Desarrollo en todas las entidades.
En su artículo 7 indica que los titulares tendrán a su cargo “la coordinación e implementación de planes y acciones para el desarrollo integral, funciones de atención ciudadana, supervisión de servicios y programas a cargo de dependencias y entidades, así como supervisión de programas con algún beneficio directo a la población”.
Todo esto, según los lineamientos que emitan la Secretaría de Bienestar y la Coordinación General de Programas para el Desarrollo, instancias a las que los delegados están adscritos jerárquicamente.
Pese a ello, el diputado federal Benjamín Robles Montoya (PT) reconoció que las tareas aún no están claras, porque falta elaborar y aprobar el reglamento que definirá sus obligaciones: “Todavía falta tiempo para que terminen de definirse sus funciones, sus atribuciones”.
El objetivo, detalla, es que ellos sean los encargados de la coordinación de los programas prioritarios de la Presidencia de la República.
Afirmó que se busca la desaparición de quienes en los estados fungían como delegados de diferentes secretarías del gobierno federal.
“Sólo sé que en el presupuesto que aprobemos ya no habrá ese tipo de delegados. Sus funciones las asumirá uno solo, que aún está pendiente definir cuál será el nombre que tendrá”, dijo. Explicó que el reglamento que regule dichas funciones deberá estar elaborado y aprobado conjuntamente con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019.
Los vacíos. Los delegados de 22 entidades analizan qué instalaciones podrían utilizar, ocupan inmuebles provisionales o todavía no tienen previsto dónde laborarán.
Este es el caso de Aguascalientes, Guanajuato, Colima, Nayarit, Nuevo León, Michoacán, Morelos, Sinaloa, Tlaxcala, Yucatán, Baja California Sur, Chiapas, Hidalgo, Jalisco, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Zacatecas, Tabasco, Oaxaca y Sonora.
Asimismo, sólo los coordinadores de Hidalgo, Yucatán, San Luis Potosí y Baja California Sur, Abraham Mendoza, Joaquín Díaz, Gabino Morales y Víctor Castro, respectivamente, han definido a sus delegados regionales y a sus colaboradores.
En entrevista, el coordinador en Tabasco, Carlos Manuel Merino, dijo no saber las funciones que desempeñará y explicó que por el momento únicamente atiende por teléfono. Incluso, reconoció que no sabe cuál será su salario.