Cuernavaca.- Javier e Israel, los dos jóvenes detenidos el pasado jueves acusados de atentar contra el convoy de los escoltas del , obtuvieron su libertad porque el juez de la causa consideró ilegal su detención, y el informe del Ministerio Público registra inconsistencias en señalar la forma en que los detenido pretendieron detener la marcha de los vehículos oficiales.

En audiencia de Control de Detención, primera fase del nuevo sistema de Justicia Penal, el juez de Control de Garantías Ramón Villanueva Uribe , ordenó la libertad inmediata de los muchachos originarios de la Ciudad de México, porque consideró que no existe información consistente, lógica o razonable para que los hechos hayan ocurrido de acuerdo al informe policial homologado.

La audiencia se desarrolló en los juzgados adyacentes al penal de Atlacholoaya y luego de más de una hora, los jóvenes salieron y ofrecieron su versión sobre los hechos ocurridos ese día.

“Veníamos de un balneario de Tehuixtla (sur del estado), íbamos a la Ciudad de México; íbamos pasando la caseta y yo quise rebasar un carro, yo iba en el carril de baja y luego me pasé al de alta para rebasar el carro. Entonces vi que venían las dos camionetas a exceso de velocidad y me estaban aventando las luces, yo me regreso al carril de baja y ellos igual; me voy al de alta y ellos igual.

“Yo me espanté porque eran dos camionetas, me fui al carril de baja para que se siguieran cuando nos cerraron el paso, se bajaron los escoltas y nos empezaron a disparar. Yo lo único que fue agarrarme de la cabeza y agacharnos, pero después de que terminaron las detonaciones nos bajaron a golpes y siguieron golpeándonos hasta que llegó una ambulancia y nos revisaron porque a mí me alcanzó un rozón de bala”, contó Israel.

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Sin embargo, la versión de los escoltas es que los jóvenes hicieron ademanes para que la camioneta del fiscal general se detuviera. Posteriormente al circular por la autopista con dirección a Cuernavaca, el auto Vento, donde viajaban Javier e Israel, apareció junto con otro vehículo, una camioneta color blanco con vidrios polarizados, y realizaron maniobras de rebase.

Pero al llegar el conocido “Puente sin fin”, casi a la entrada a Cuernavaca por la autopista Acapulco-México , los vehículos Vento y la camioneta blanca, pretendieron rebasar en repetidas ocasiones al convoy de Carmona Gándara, relataron los escoltas.

A decir de los agentes de guardia, los jóvenes hicieron caso omiso cuando se les pidió descender del vehículo y por eso dispararon, porque vieron que pretendían embestirlos con el auto y uno de los escoltas fue arrollado, pero logró ponerse de pie.

El juez Ramón Villanueva consideró que el informe de los agentes no se ajusta a la realidad y tampoco da detalles del tipo de armas que utilizaron los jóvenes, ni cómo fue el sometimiento, por lo que calificó de ilegal la detención y ordenó la libertad de Javier e Israel.

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