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Ures.— Este 6 de agosto expira un convenio entre la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y Grupo México para atender a 381 personas afectadas por el derrame de 40 mil metros cúbicos de metales venenosos a los ríos Bacanuchi y Sonora por la mina Buenavista del Cobre, en 2014, según información pública del Fideicomiso Río Sonora.
El documento fue firmado por Julio Salvador Sánchez Tepoz, titular de la Cofepris, y por Alejo Francisco Manzo Díaz y Juan José Cervantes Silva, como representantes legales de las compañías Buenavista del Cobre S.A. de C.V. y Operadora de Minas e Instalaciones Mineras S.A. de C.V.
En el antecedente del acuerdo se establece que, con fecha del 15 de septiembre de 2014, “las empresas conjuntamente con Nacional Financiera S.N.C. e I.B.D y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) celebraron un contrato de Fideicomiso irrevocable de Administración, número 80724, cuya finalidad es servir por instrucciones del Comité Técnico como fuente y medio de pago para llevar a cabo distintas acciones que se establecen en los términos de dicho fideicomiso…”.
El compromiso fue realizar las acciones necesarias a fin de mantener en operación una Unidad de Vigilancia Epidemiológica Ambiental en Sonora (UVEAS) en Ures, contando para ello con un inmueble específicamente acondicionado y obligándose a ejecutar bajo su cargo su costeo y mantenimiento.
No obstante, el plazo perentorio es el 6 de agosto, pudiendo darlo por concluido antes en caso de haberse agotado y cumplido el objetivo del instrumento, o bien, prorrogarse por acuerdo escrito por las partes, considerando las necesidades de salud. En caso de prórroga se debió establecer una reunión del Consejo Técnico, con cinco días hábiles de anticipación.
El fin. En entrevista con EL UNIVERSAL, Joel López Villa Gómez, director del UVEAS en Ures, señaló: “Ese término de los 15 años ya no lo tenemos establecido, como inicialmente fue pactado. El término está próximo a vencer”.
“Yo no quiero descartar a aquellas personas que crean o que sientan algún malestar a su salud provocado por la ingesta de agua, no olvidemos que los pozos fueron cerrados en su momento por la Cofepris o la Coesprisson, no dudo que exista gente que sienta una afectación. Yo lo que hago es atenderles”, dijo.
Las 381 personas sujetas a vigilancia epidemiológica fueron detectadas en el periodo de contingencia de agosto al 6 de octubre de 2014. De ellas, 102 son de Ures; 71 de Aconchi; 66, de Baviácora; 58, de Arizpe; 39, de Banámichi; 12, de Huépac, y nueve, de San Felipe de Jesús.
De este número, nueve han fallecido por causas no atribuibles a la contaminación en el río Sonora, especificó López Villa.
El 6 de agosto de 2014, una ruptura en una las válvulas de una pileta de lixiviados hizo derramar a los ríos Sonora y Bacanuchi 40 millones de litros de sustancias tóxicas como cobre, arsénico, aluminio, cadmio, cromo y otras, cuyos niveles fueron determinados fuera de las normas ecológicas y de salud.
Éstos recorrieron 17.6 kilómetros del arroyo Las Tinajas; 64, del río Bacanuchi, y 190, del río Sonora, hasta llegar a la presa El Molinito que abastece de agua a gran parte de Hermosillo. Más de 23 mil personas fueron afectadas.