Atoyac.— Los municipios de San Marcos y Atoyac, en Guerrero, fueron afectados por el huracán Otis, pero ambos están fuera de la Declaratoria de Desastre Natural y sin apoyos para enfrentar la emergencia y la reconstrucción.
En San Marcos, el huracán colapsó el sistema de distribución de agua potable: más de 20 mil pobladores están sin el servicio y tronó la laguna de oxidación y ahora los residuos están yendo directamente al río.
En Atoyac, los vientos devastaron 80% de los cultivos; tres mil productores están en riesgo de perder su alimento base: el maíz.
El 2 de noviembre, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) emitió la Declaratoria de Desastre Natural para 47 municipios por el impacto del huracán Otis la noche del 24 y madrugada del 25 de octubre. Dos días después, sacaron a 45 municipios y sólo dejaron a Acapulco y Coyuca de Benítez.
San Marcos (Costa Chica) está pegado a Acapulco; Atoyac (Costa Grande) a Coyuca de Benítez.
En San Marcos, el huracán dañó unas 250 casas, cultivos, tronó la laguna de oxidación y los motores de fuente de captación de agua que surte a unos 20 mil pobladores de la cabecera municipal y unas 11 comunidades más.
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El alcalde de San Marcos, el perredista Tomás Hernández Palma, contó que las corrientes de agua por las lluvias y los fuertes vientos de Otis tronaron la laguna de oxidación, donde procesan las aguas residuales y desechos, por lo que se están yendo directamente al río.
El edil afirmó que hay una evaluación de los daños y se requieren unos 2 millones de pesos para rehabilitar la laguna de oxidación, pero, explicó, por estar al final del ejercicio fiscal no cuenta con ese dinero.
“Imagínate tú, cómo a esta hora [final del ejercicio fiscal] resuelvo el problema de contaminación. Ahorita no los voy a poder resolver; no tengo los recursos. Si bien nos va, el próximo año, pero tengo que esperar que lleguen los lineamientos, que sesione el Coplademun”, indicó.
El edil advirtió que si el gobierno del estado o la Federación no intervienen en este problema, su gobierno lo podría resolverlo hasta marzo y “serían cinco meses de contaminación y daños al medio ambiente”.
El alcalde detalló que el huracán Otis también tronó los motores del sistema de distribución de agua potable y unos 20 mil pobladores de la cabecera (10 comunidades de San Marcos y una de Acapulco), están siendo afectados. Además en otras 15 comunidades se dañaron sus sistemas de suministro de agua.
“Es desafortunado que hayan sacado a los municipios de la Declaratoria de Desastre Natural, es desafortunado que desde una fría oficina, desde una mente fría y un corazón insensible se estén tomando decisiones de esa naturales sin verificar en el campo lo que provocó el huracán”, afirmó el alcalde.
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En Atoyac los daños por Otis están en el campo y los caminos.
Representantes de 46 pueblos exigieron al gobierno federal que sean incluidos en la Declaratoria de Desastre Natural. Explicaron que sus pueblos han sido dañados primero por la tormenta tropical Max y ahora con Otis los daños se profundizaron. Contaron que se les dañaron sembradíos, huertas, ganado, cercas, caminos y vivienda.
Luciano Zamora, comisario de la comunidad de Los Valles, aseguró que hay caminos que están cerrados por un derrumbe donde hay piedras que pesan hasta 30 toneladas y para limpiarlo se requiere de máquinas pesadas: “Atoyac debe estar considerado por la Declaración de Desastre Natural, hay mucha gente que tiene que caminar para poder salir de sus pueblos y llegar a la cabecera”, explicó el comisario.
El asesor de la Coordinadora de Comisariados Ejidales y Comunales de Guerrero, Arturo García Jiménez, explicó que durante todo este año, el ciclo agrícola ha sido muy complicado. Primero, detalló, las lluvias tardaron, luego el fertilizante llegó tarde, lo que provocó que muchos productores no sembraran y los que sembraron, las sequías dañaron las plantas. “Aunado a estos, llegó la tormenta tropical Max que tumbó las plantaciones de milpa y Otis vino a dar al traste con lo que quedaba en pie”.
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García Jiménez explicó que unas 30 mil hectáreas de maíz se dañaron, es decir, aproximadamente 80% de todos los cultivos.
Entre los municipios que sacaron de la Declaratoria de Desastre Natural también está San Miguel Totolapan, Ajuchitlán del Progreso, en la región de Tierra Caliente, unas de las regiones más peligrosas de Guerrero, donde es difícil de acceder por el control de las organizaciones criminales.