Monterrey.- Al cumplirse este sábado un mes de la localización del cuerpo de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, hay más dudas que certezas.
Aún no se sabe si murió de forma accidental, como estableció la autopsia de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, o si fue asesinada y sufrió abuso sexual, como dictaminó un perito externo contratado por los padres de la joven.
Debanhi, estudiante de Leyes de 18 años de edad, desapareció la madrugada del 9 de abril y fue localizada sin vida 13 días después, el jueves 21, dentro de una cisterna del motel Nueva Castilla, un lugar que había sido revisado en varias ocasiones y desde donde partían las jornadas de búsqueda que organizó su familia a diario desde el 10 de abril.
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El profesor Mario Escobar Salazar, padre de Debanhi, confía que este fin de semana, se avance para llegar a la verdad de los hechos, confirmándose que su hija no murió de forma accidental y que se proceda entonces con diligencia para encontrar y castigar a los presuntos responsables del feminicidio.
La pauta sería, una vez que en reunión de la Comisión Interinstitucional (en la que participan instancias del gobierno federal y estatal junto con la Fiscalía del Estado y el apoyo de peritos externos), se unifiquen criterios sobre las conclusiones de la necropsia oficial junto con las que contienen los dictámenes presentados por el perito que él propuso y las observaciones de una antropóloga de la Comisión Nacional de Búsqueda.
Si bien a últimas fechas Mario Escobar se muestra más confiado en el curso que llevan las investigaciones, a lo largo del mes hubo varios momentos en los que tronó contra la fiscalía, por presuntos actos de negligencia o corrupción que dificultaron o retrasaron las labores de búsqueda y de investigación para esclarecer este caso, que ha acaparado la atención no sólo en Nuevo León, sino en todo el país y hasta en el extranjero.
Las autoridades presumieron de labor de inteligencia durante los trabajos de búsqueda pero el cuerpo fue encontrado gracias a la denuncia de los trabajadores del motel, que señalaron malos olores en la zona de las cisternas.
El 21 de abril al ser localizado el cadáver, don Mario denunció que el sitio había sido inspeccionado previamente cuatro veces y era imposible que no hubiera sido encontrado antes. En redes sociales circuló un video en el que se ve al hombre reclamar a gritos a los agentes de la fiscalía: “¡Trece días aquí!, ¡cuántas veces estuvieron aquí!”.
Posteriormente dijo que ni él ni su esposa, así como decenas de voluntarios que los acompañaban en las tareas de búsqueda, percibieron olores fétidos a pesar de que todos los días se reunían a unos 30 metros de la fosa.
Sobre este tema, la fiscalía dijo días después que no revisaron el área de las cisternas porque el personal que trabaja en el motel no les dijo que existía.
Don Mario sospecha de que el cadáver de su hija fue sembrado en la cisterna para simular un accidente, pues su teoría es que fue asesinada, en discordancia con el resultado que arrojó la necropsia del Servicio Médico Forense, en el sentido de que habría muerto de forma accidental por contusión profunda de cráneo.
Las circunstancias en que el cuerpo de la joven terminó en la cisterna ha sido otro tema de polémica.
El 27 de abril el coordinador del Semefo, Eduardo Villagómez, aseveró en conferencia de prensa, que Debanhi cayó viva a la cisterna, pero “se paró”. Agregó que no murió ahogada, ya que no había agua en sus pulmones, pues la fosa (de unos cuatro metros de profundidad), sólo tenía 90 centímetros de agua.
Sobre este tema, el informe forense solicitado por la familia señala que la joven murió antes de que el cuerpo fuera introducido al agua.
Otra supuesta negligencia o dolo que ha señalado el padre de la joven estudiante de leyes, es la obtención o entrega tardía o incompleta de los videos para que él pueda analizarlos, a fin de buscar posibles pistas o vinculación de personas con relación a la desaparición y muerte de su hija.
En un inicio se dijo que el motel Nueva Castilla tenía cámaras de vigilancia pero no hacían grabaciones, semanas se “descubrió” que sí había grabaciones y se dieron a conocer imágenes en las que se ve a la joven correr hacia el lugar y recorrer algunos lugares.
El 12 de mayo se dio a conocer que en una nueva diligencia en el lugar, se encontraron más cámaras de vigilancia y se revisarían los nuevos videos.
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Aunque la fiscalía insiste en que investiga la muerte de Debanhi como feminicidio, también ha señalado que sus investigaciones apuntan a que todo pudo ser un accidente.
Incluso, las entrevistas que dieron a medios locales tanto el chofer del taxi de alquiler, como las amigas que estuvieron con la joven la noche de su desaparición, manejaron una narrativa de criminalizar a Debanhi al presentarla como una joven alcoholizada, quien posiblemente habría ingerido otras sustancias, violenta e imprudente.
Sin embargo, el informe forense ordenado por la familia es claro al señalar que la joven recibió golpes en la cabeza y fue una “muerte violenta homicida”.
Por su parte, la autopsia oficial realizada por la fiscalía sólo concluye se concluye muerte como consecuencia de “contusión profunda de cráneo”.
Todas estas contradicciones han llevado a que se realice un tercer peritaje forense.
Al hacer un balance sobre la forma en que se han llevado a cabo los proceso de búsqueda e investigación sobre la muerte de Debanhi Susana, Mario Escobar Salazar, expuso que ha pasado mucho tiempo de acciones que evidencian muchos errores y negligencias, además de filtraciones que deben tener consecuencias para los responsables, debe haber presuntos culpables, no debe haber impunes.
Además, expuso que este caso deberá servir como un parteaguas para que logremos tener un sistema de justicia en el que la gente crea, en el que todos podamos confiar, y que sirva para que los gobiernos pongan más atención a todo lo que está pasando en la sociedad.
“Tenemos que estar conscientes de lo que está pasando, hay que estar conscientes de que tenemos que mejorar nuestro sistema de justicia, nuestra fiscalía, nuestro gobierno, nosotros como padres de familia, como sociedad, como informadores, y aceptar nuestros errores”, para poder cambiar.
“Si yo me equivoco como padre de familia acepto mi error, si te equivocas como reportero, como gente de fiscalía, todos o cualquier otro lo debemos reconocer; a lo mejor son errores voluntarios o involuntarios, hay que aceptarlos y mejorar nuestra situación”.
Algunos ya la libramos los que tenemos más de 50 años; pero la gente que viene atrás de nosotros, que apenas están empezando a vivir, todo esto les va a causar repercusiones y debemos dejar un mejor estado y un mejor país; lamentablemente yo ya sin mi hija, pero bueno, si podemos aportar algo en beneficio de los demás, lo vamos a hacer mucho gusto”, concluyó Don Mario Escobar.
ayef
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