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De los 45 balnearios que hay en Morelos 14 resultaron con daños por el sismo del 19 de septiembre y cuatro de ellos con graves averías, sostuvo Mónica Reyes Fuchs, secretaria de Turismo en el estado.
Dijo que las corrientes naturales de agua “sufrieron cambios porque el volcán Popocatépetl tuvo una fractura en su base” y eso hace que el agua no llegue de la manera habitual a los balnearios.
Dos manantiales convertidos en centros acuáticos con daños severos son Agua Hedionda, situado en el municipio de Cuautla, y San Ramón, en Xochitepec. Otros balnearios con irregularidades en sus ojos de agua son Palo Bolero, en Xochitepec, y Apotla, en Puente de Ixtla, al sur del estado.
El estado de los manantiales preocupó al gobierno estatal y sus representantes acudieron a la UNAM para reunirse con investigadores de los Institutos de Geología, Geofísica, Geografía así como de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y Ceagua.
El Secretario de la Comisión Estatal del Agua (Ceagua), Juan Carlos Valencia, representante del gobierno de Morelos, informó que los investigadores presentaron los resultados de su inspección en los manantiales y explicaron que todavía no se puede asegurar que se trata de una afectación definitiva o temporal, además de que se requiere un mayor diagnóstico para determinar qué tan grave fue el cambio de las condiciones geológicas por el efecto del terremoto.
“Tras un sismo un manantial puede sufrir cambios de caudal, volumen, color y olor del agua. Todo estos factores se revisan y también si hay otros manantiales afectados o no”, informó Valencia.
Precisó, sin embargo, que los veneros que por el momento perdieron su caudal son Agua Hedionda y San Ramón. En ambos casos el caudal prácticamente desapareció pero también hay reportes de que algunas fuentes cercanas a esos sitios aumentaron su caudal.
Por ejemplo, citó, en Oaxtepec se reporta el aumento de su caudal de aguas sulfurosas tal vez como efecto del cambio del flujo en Agua Hedionda pero para comprobarlo revisarán el aforo correspondiente, además de los análisis del agua para ver si no se mezclaron líquidos que no son sulfurosos.
Para el caso del manantial San Ramón, dijo Valencia Vargas, hay reportes en el sentido de que en varias quintas o residencias, con renta para fiestas o estancias de fines de semana y con veneros, están brotando otros manantiales.
Daños colaterales
El titular de la Ceagua afirma que el balneario Agua hedionda se abastece de dos manantiales, uno de ellos es el que presenta problemas pero hay otro que abastece a casas privadas y tiene agua, por lo tanto siguen llenado albercas.
Los investigadores de la UNAM dijeron que el manantial de San Ramón también fue afectado con el terremoto de 1985 con el levantamiento de las capas, pero bastó con rascar más la tierra para que brotara agua nuevamente, pero en caso de que ahora encuentren evidencia geológica de una fractura sería difícil recuperar el venero.
De acuerdo con Valencia Vargas llevará mucho tiempo los trabajos de investigación pero mientras tanto el gobierno estatal trabaja en paliar los efectos del sismo en los manantiales mediante la reconversión de los balnearios, para abrir sus puertas al turismo.
Explicó: Suponiendo que la afectación fuera definitiva tendríamos que adaptar las albercas a un sistema de llenado en lugar de abastecerlas con agua de corriente.
También evalúan el impacto en el riego de cultivos porque por ejemplo Agua Hedionda riega a través del canal Tenango, 2 mil 600 hectáreas situados en su trayecto de más de 50 kilómetros.
Según Valencia Vargas la disminución de agua para los cultivos no resulta tan grave porque hay otros veneros que alimentan el canal Tenango y Agua Hedionda sólo aporta el 20% del caudal.
Para el caso del manantial San Ramon sus aguas sirven para unas 80 hectáreas de cultivos de riego.
Dice el titular de Ceagua que en caso de que las fuentes de agua bajen su caudal tendrán que construir líneas conducción hacia las zonas de cultivos o colocar cárcamos de bombeo en caso de que fuera necesario llevarla a sitios alto.
Balenarios, su historia
Amaury Colmenares, historiador, dice en su ensayo ‘La crisis de la eterna primavera’ que uno de los primeros balnearios en Morelos fue Agua Hedionda, un manantial de aguas sulfurosas que desde antes de la Revolución había sido el eje de un proyecto para aprovechar la afluencia de visitantes que buscaban sumergirse en las aguas «medicinales». Enclavado en lo más denso de la mancha urbana, funciona bajo la forma de un fideicomiso del gobierno.
Para 1964 fue inaugurado uno de los balnearios más grandes de Latinoamérica: el Centro Vacacional Oaxtepec, propiedad del IMSS y que actualmente a la empresa norteamericana Six Flags con su centro Hurricane Harbor.