Acajete.— La comunidad de Santa María Nenetzintla, del municipio de Acajete, en Puebla, amaneció triste.
Entre música de mariachi y oraciones, familiares y amigos despidieron ayer a José Manuel Romero, a quien de cariño llamaban Chema, de 20 años y que trabajaba como chofer de un camión de volteo.
El féretro del joven, quien falleció el domingo en uno de los canales de Xochimilco, en la Ciudad de México, salió por la mañana de su casa, rodeado de flores y amigos, con dirección a la iglesia local en donde se celebró una misa.
Héctor, su padre, daba palabras de aliento al resto de la familia. Sus amigos montaron guardia al lado del ataúd blanco y fueron los encargados de llevarlo al panteón.
El cortejo fúnebre estuvo encabezado por una fotografía
de Chema.
Alrededor, decenas de personas llevaban flores y globos blancos y algunos jóvenes iban vestidos con camisa blanca.
Al panteón, al igual que en la iglesia, entraron solamente los familiares y amigos. Se trató de ceremonias muy privadas, con la tristeza de los suyos.
José Manuel y un grupo de amigos recorrían el domingo pasado los canales en Xochimilco, cuando el joven cayó al agua del canal al tratar de pasar de una trajinera a otra.