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Pachuca.- Dictan sentencias de 32 años y seis meses de prisión en contra de los asesinos de la empleada del ayuntamiento de Pachuca, Olayet Cabrera Carranco , quien fue privada de la vida por su compañera de trabajo Leticia Hernández, para robarle el pago de la nómina.
Durante la audiencia de individualización de sanciones los jueces Noé Hernández, Celsa Aguilar y Jesús Anim Ope, escucharon los alegatos del ministerio público y los testimonios de la madre de la víctima, Angélica Cabrera; del esposo, Daniel del Castillo, así como del síndico jurídico del ayuntamiento, Francisco Carreño, quien denunció el robo.
La parte acusadora pedía la pena máxima de 40 años, así como una reparación de daño de 421 mil 900 pesos y una multa de 40 mil 300 pesos, sin embargo se dictó una sentencia de 32 años y seis meses de prisión, en contra de Leticia Hernández Hernández y su pareja Edgar César Lugo Islas responsables de la muerte de Olayet .
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Así también deberán pagar 403 mil pesos de resarcimiento de daño a los deudos, 32 mil 340 por multa de delito, más los 357 mil 220 del robo de nómina a la alcaldía.
En diciembre se realizará una nueva audiencia de explicación de la sentencia.
, al salir de la sede de la presidencia municipal a donde había acudido a recoger el dinero para el pago de nómina de sus compañeros, tras 50 días de búsqueda su cuerpo fue hallado en una barranca del municipio de Meztitlan.
Tras las investigaciones y con los videos del ayuntamiento se conoció que Olayet fue abordada por su compañera de trabajo quien la convenció de subirse a su automóvil.
Se conoció que la víctima fue asesinada desde el primer día al recibir un golpe en la cabeza que le ocasionó traumatismo cráneo encefálico, debido al tiempo en que permaneció perdida se tuvo que recurrir a pruebas de ADN .
Durante su declaración como testigo la madre de Olayet señaló “estoy aquí, porque a mi hija la mataron”, contó como desde el día de los hechos su vida y la de toda su familia cambió. Con la desaparición y asesinato de Olayet vinieron enfermedades y problemas económicos a demás de temor.
A la fecha, lamentó, no puede dormir, pero sobre todo no hay nada que le devuelva la vida a su hija.
Para su viudo, Daniel Castillo, el crimen de Olayet le acarreó una serie de problemas sobre todo psicológicos, por lo que dijo tuvo que recurrir a terapia para evitar el suicidio, de no ser así, “yo ya no estaría aquí”, aseveró.
