A más de dos años desde que fue asesinado Juan Manuel Quistian, mejor conocido como “El rey del wepa”, sus agresores fueron sentenciados este jueves a 30 años de cárcel por arrebatarle la vida al famoso sonidero potosino. José Arturo “N” y José Alberto “N” fueron encontrados culpables por el homicidio de “El Tontin”, ocurrido la madrugada del pasado 5 de octubre del 2021 en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
De acuerdo con la carpeta de investigación, en la intersección de la avenida José de Gálvez y la carretera Ríoverde, ambos sujetos interceptaron una camioneta marca Nissan color blanco, en la cual viajaba su víctima, para privarla de la vida con disparos de arma de fuego. Cinco meses después fueron aprehendidos para enfrentar el delito por homicidio calificado. José Arturo “N” y José Alberto “N” deberán cumplir la sentencia de 30 años de prisión en el Centro Penitenciario Estatal de la Capital potosina. Además de la privación de su libertad y la suspensión de sus derechos políticos durante el tiempo en reclusión, tendrán que realizar el pago de una sanción pecuniaria y otro por concepto de reparación del daño.
Juan Manuel Quistian, mejor conocido como “El Tontin” o “El rey del wepa” se popularizó a nivel internacional gracias a su vida sonidera, convirtiéndose en la figura más representativa del internacional “Kissound” nacido en el barrio de Tlaxcala fundado por su padre, Mario Quistian.
El Tontín, como era conocido en las calles fue un vínculo con los chavos banda, se encargó de encabezar y lograr pactos de paz entre pandillas, así como de realizar diversas actividades en pro de este grupo de la población.
Fue también director de la juventud en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez y en la capital potosina. Pese a ello, nunca dejó de lado su pasión como dj y la música sonidera, misma que lo llevó a ser un sonidero conocido en todo Latinoamérica. Juan Manuel Quistian nació y creció en el barrio de Tlaxcala en el corazón del centro histórico de San Luis Potosí, en octubre pasado, en el marco de su segundo aniversario luctuoso se debeló una escultura en su honor en el jardín del mismo barrio.