Monterrey, NL, 5 de octubre- Este sábado se cumple un año de que el niño Ikeer Alí fue sacado por la fuerza de las instalaciones del Palacio de Justicia de Nuevo León , cuando su abuela paterna, Karina de la Rosa Villegas, asistía a la audiencia donde sería vinculado a proceso, Abel Antonio G., el presunto asesino de Ahmed Alí, padre del menor.

Sin embargo, pese a la activación de la Alerta Amber , al considerar que corría riesgo inminente la vida del niño, la Fiscalía General de Justicia del Estado, no ha podido localizarlo, ni ejecutar la orden de aprehensión contra Vanesa V. , la madre biológica del menor, y tres litigantes que se lo llevaron en presencia de guardias privados e institucionales, todo lo cual quedó registrado por cámaras de video del inmueble oficial, señaló Karina de la Rosa.

Acompañada por varios familiares, y mostrando lonas para exigir atención de las autoridades, Karina de la Rosa se apostó este viernes en la entrada principal del Palacio de Justicia al poniente de Monterrey.

Demandó al fiscal general, Gustavo Adolfo Guerrero, que así como movilizó a decenas de agentes ministeriales para buscar a los agresores de un aficionado de Tigres

, y empleó a 200 elementos para rescatar a un empresario restaurantero secuestrado, debería asignar al menos 50 ministeriales para dar con el paradero de su nieto, ya que corre peligro su vida, según se asentó en la Alerta Amber activada por la procuraduría en octubre del año pasado.

Vanessa había perdido la patria potestad

y el derecho de convivencia con su hijo Ikeer, por antecedentes de adicción al alcohol y las drogas, abandono y maltrato.

Presuntamente una ocasión que llevó al niño a convivir con ella, lo empujó contra un espejo que al romperse le causó una herida de diez centímetros en el brazo izquierdo.

También fue acusada por amenazar de muerte, junto con varios amigos a su ex pareja Ahmed Alí, quien tenía legalmente la custodia del niño , por lo cual el 13 de septiembre de 2016 presentó una denuncia penal. En respuesta, el 16 de septiembre entraron a su domicilio y lo lesionaron con una piedra.

El 14 de septiembre de 2017 simulando un asalto, un sujeto de nombre Abel Antonio G., amigo de Vanessa, y quien presuntamente fue de los que había ido a amenazarlo a su casa, mató al joven Ahmed de seis balazos en su negocio de barbería que tenía por la avenida México, en Ciudad Guadalupe.

Pero dos de los presentes lo identificaron plenamente como el homicida, y el seis de octubre de 2017, cuando se iba a celebrar la audiencia de vinculación a proceso, en el tercer piso del Palacio de Justicia, dos abogadas y un litigante, que acompañaban a Vanessa, sacaron por la fuerza al niño en un descuido de su abuela Karina, que lo tenía a su cuidado tras el asesinato de su hijo Ahmed.

Quienes se llevaron al niño, no les importó la presencia de guardias privados e institucionales que vigilan el inmueble, ni las cámaras de video que proliferan, ya que diariamente son llevados a declarar a los juzgados penales, delincuentes de todo tipo que están internados en el Penal del Topo Chico, a unos 50 metros del edificio.

El mismo seis de octubre de 2017, después de la sustracción ilegal del niño, un juez de control resolvió poner en libertad al presunto homicida de Ahmed, aunque lo vinculó a proceso, pues argumentó que Karina de la Rosa, aportó como prueba una fotografía del acusado que obtuvo de sus redes sociales.

A un año de distancia, existen órdenes de aprehensión no cumplidas contra Vanessa y las tres personas que le ayudaron a sustraer al niño del Palacio de Justicia, y a pesar de la Alerta Amber la fiscalía no ha localizado al menor, que en abril pasado cumplió cinco años de edad.

La desesperación e impotencia de Karina es doble, porque sabe que su nieto está en Monterrey, pues el padre de Vanessa así lo presume al publicar fotografías donde aparece con el niño, burlándose y lanzando insultos en el perfil de la mujer.

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