Cuautla, Mor.- El cuerpo de Raymundo Isidro "El Ray" , señalado como líder del Cartel Jalisco Nueva Generación , se quedará en tierras morelenses luego de ser abatido en un enfrentamiento en el Penal de Atlacholoaya , sin que se haya difundido la causa de su muerte.
Sus restos fueron entregados a sus familiares, quienes decidieron enterrarlo en tierras zapatistas, y no en su natal Guerrero , en el panteón Jardines del Recuerdo, en Cuautla, el mismo donde fueron reinhumados los cuerpos recuperándose de las fosas irregulares de Tetelcingo y Jojutla.
"El Ray"
fue identificado como uno de los blancos principales de la presente administración gubernamental de Morelos.
En abril pasado, un grupo de sicarios, presuntamente de Los Rojos , rival del CJNG , pretendió darle muerte cuando el líder criminal se encontraba en un restaurante de mariscos en compañía de médicos y sus familias en el municipio de Cuautla. El saldo fue de tres niños y tres adultos asesinados, pero "El Ray" y su jefe de sicarios pudieron escapar de la refriega.
Tres semanas después fue capturado en un operativo federal en el estado de Puebla, acusado de secuestro y llevado al penal de Atlacholoaya como medida preventiva.
Raymundo Isidro
se encontraba en el área de Ingresos con uno de sus principales rivales Axel Oswaldo , hijo de Santiago Mazari "El Carrete" , líder de la célula delincuencial de Los Rojos y del primo de éste, Gabriel Miranda , quien es hijo del controvertido político Alfonso Miranda que a pesar de estar detenido en un centro penitenciario Federal en Durango por delincuencia organizada, ganó las elecciones el año pasado para presidir la alcaldía de Amacuzac tierra natal del "Carrete".
El pasado martes se suscitó una riña al interior del penal en el área de Ingresos que fue negada en primera instancia por las autoridades, pero ante la difusión de videos tomados y difundidos por los propios internos a través de redes sociales, la autoridad tuvo que reconocer el asesinato de uno de los internos de nombre Cristian de Jesús y dos internos lesionados, pero aseguro que la situación en el centro penitenciario estaba controlada.
Sin embargo, a la mañana siguiente, los disturbios continuaron en el penal y de nueva cuenta se difundieron imágenes del interior del penal, las cuales exhibieron un cuerpo decapitado con una punta clavada en el corazón y un mensaje, tres más con heridas punzocortantes y golpeados, otro cuerpo semicalcinado y uno más cubierto con una cobija.
Entonces trascendió la muerte del líder criminal entre las víctimas de la gresca, lo que fue confirmado esa misma tarde por el Ejecutivo estatal.
Los seis cuerpos y dos heridos fueron sacados vía helicóptero debido a que los familiares de las personas privadas de su libertad detuvieron a cualquier unidad que pretendía salir del lugar, exigiendo los nombres de quienes eran trasladados así como su destino.
De nueva cuenta el gobierno del estado aseguró que la situación estaba bajo control, pero la mañana de ayer una protesta del personal impidió el ingreso de fuerzas federales que pretendían que los propios custodios señalaran a los "cabecillas" de los disturbios a lo que se opusieron tajantemente y por un lapso de ocho horas detuvieron sus labores hasta que 26 internos, presuntamente allegados al CJNG fueron trasladados a otro centro penitenciaron.
En tanto, el cuerpo del Ray era entregado a sus deudos quienes realizaron los servicios fúnebres de manera inmediata en el mismo panteón donde fue inhumano este día.
Cesan enfrentamientos en penal
Los cruentos enfrentamientos entre bandas delincuenciales en el Penal de Atlacholoaya cesaron, y una presunta tregua entre los internos permitirá que la visita familiar se realice de forma regular. Ello a pesar de que las fuerzas federales no ingresaron al lugar, luego de tres días de desmanes.
Tampoco la autoridad estatal ha dado cuenta de que se haya realizado un cateo para confiscar las llamadas "puntas", machetes u otros artefactos modificados como armas, así como teléfonos celulares asegurados, los cuales quedaron en evidencia al difundirse imágenes del mismo centro penitenciario a manos de los propios internos.
rcr