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Acapulco.— Las calandrias son parte de los atractivos de Acapulco, pero detrás de ese encanto hay una historia de maltrato.
Las calandrias son arrastradas por caballos, que todas las noches recorren el principal corredor turístico de Acapulco: la Costera Miguel Alemán.
En 2014, el Congreso de Guerrero aprobó la Ley de Bienestar Animal, que prohíbe que animales sean utilizados para espectáculos como circos, peleas de perros, corridas de toros, así como caballos para el arrastre de las calandrias.
A más de cuatro años, esta ley no se aplica y los caballos continúan arrastrando a las calandrias.
Elsa Cristina Salgado Gama es la presidenta de la organización Patitas Felices y una de las principales promotoras de la Ley de Bienestar Animal. Ella tiene una respuesta a la no aplicación de esta legislación: omisión del gobierno del estado y del gobierno de Acapulco.
La activista explicó que la ley establece la aplicación de un “fondo verde”, pero no le han asignado los recursos ni el gobierno del estado ni el de Acapulco.
El fondo verde, detalló la activista, es para que los dueños de las calandrias puedan sustituir los caballos por motos u otro tipo de vehículo hasta emprender algún negocio.
“La finalidad del fondo verde es que los trabajadores de las calandrias no se queden sin trabajo, nosotros sabemos que de ahí dependen familias”, dijo la activista.
Indicó que en una reunión que tuvieron recientemente con la presidenta de la Comisión de Ecología del ayuntamiento de Acapulco, la regidora del PRI, Rosaura Rodríguez Carrillo, les informó que comenzará la gestión de los recursos para la aplicación del fondo verde.
“Esperemos que sí se logre, nos da esperanza que ella es del PRI porque a lo mejor así el gobernador, Héctor Astudillo, la escucha y se asigna el dinero”, dijo.
La presidenta de Patitas Felices indicó que el último dato que tenía en la Costera la recorren 62 calandrias que tienen concesión de la Comisión de Transporte del estado.
Salgado Gama detalló que uno de los propósitos de la Ley de Bienestar Animal es detener el maltrato de los animales y, en este caso en especial, el de los caballos.
Explicó que en su organización han documentado los maltratos que sufren los caballos como: caídas en alcantarillas, choques contra autos, resbalones por el agua o aceite que hay en el asfalto y desmayos.
La activista dijo que están proponiendo que los caballos no sean sacrificados ni olvidados, sino que puedan ser, de entrada, rehabilitados y, después, utilizados para fines terapéuticos.
En los últimos días, organizaciones sociales y diputados locales han exigido la aplicación de la Ley de Bienestar Animal y que los caballos dejen de arrastrar a las calandrias.
El diputado local del partido Movimiento Ciudadano, Arturo López Sugía, informó que solicitó a la alcaldesa de Acapulco, a la morenista Adela Román Ocampo, una mesa de trabajo con las organizaciones protectoras de los animales para ir planeando el retiro de los caballos.
Incluso, desde hace un año organizaciones pro animales recolectan firmas por internet para que el gobierno de Guerrero y de Acapulco retiren a los caballos de las calandrias. En la petición change.org han recolectado 58 mil 960 firmas, pero buscan alcanzar 75 mil.