Chilpancingo.— “Tenemos mucho miedo”, dice el profesor de una escuela del municipio de Cuajinicuilapa, en la Costa Chica de Guerrero, quien prefiere que se omita su nombre, por seguridad.
Desde hace casi tres meses en las 20 escuelas de todos los niveles en este municipio no hay clases, los negocios no funcionan en sus horarios habituales, la cotidianidad está rota. Apenas comienza a caer el sol y las calles se vacían, los negocios bajan sus cortinas y la vida desaparece.
Como dice el profesor, todos tienen mucho miedo, hasta el alcalde, Hildeberto Salinas Mariche.
Lee también: Otro jueves negro en Sinaloa; matan a 14 personas en tres municipios
Los profesores no piensan regresar pronto a las aulas, lo harán hasta que haya garantías. El profesor explicó que ellos, como algunos estudiantes, han recibido mensajes anónimos con amenazas de que si regresan los atacarán. Nadie piensa correr el riesgo. “Vamos a seguir dando clases de manera virtual mientras no se garantice la seguridad, no vamos a ponernos en riesgo ni a los estudiantes”, dice.
Las amenazas no sólo son para los profesores y los estudiantes, son para la población en general. En redes sociales se difunden mensajes exigiendo que la gente se encierre en sus casas para que no les pase nada.
El profesor contó que el pasado 15 de noviembre se reunieron con el alcalde para pedirle que gestione ante el gobierno de Evelyn Salgado Pineda y la presidenta Claudia Sheinbaum la seguridad necesaria.
“Tenemos casi tres meses sin clases presenciales porque la situación de inseguridad y violencia ha creado sicosis entre nosotros. ¡Queremos regresar a clases presenciales ya!”, expusieron los profesores que asistieron a esa reunión en comunicado.
El 12 de noviembre arrancó el Operativo Interinstitucional para Reconstruir la Paz en el Municipio de Cuajinicuilapa. Ese día, el alcalde dijo que la operación era para que comerciantes, estudiantes y la gente “retornen a sus labores cotidianas para reactivar las actividades económicas”, pero no pasó.
El profesor explica que en el municipio hay presencia de soldados, pero es insuficiente. Su petición es concreta: que los soldados y policías resguarden las escuelas mientras los estudiantes reciben clases. Eso, asegura, les daría tranquilidad a todos.
Un gobierno con miedo
Cuando se reunieron con el alcalde, éste llevaba cinco días de que había vuelto al municipio. Lo hizo resguardado por soldados de la Guardia Nacional. Ahora despacha con vigilancia permanente.
El 29 de octubre, Salinas Mariche envió su solicitud de licencia al Congreso de Guerrero para separarse del cargo y huyó. La síndica Estephani Oliva Zárate hizo lo mismo.
Los dos salieron del municipio por supuestas amenazas de una de las organizaciones criminales que operan en ese municipio.
No estaba claro si la síndica también regresó a Cuajinicuilapa.
En el municipio vecino, San Nicolás, la alcaldesa Tarsila Molina Guzmán también huyó por la violencia e inseguridad. San Nicolás es un municipio nuevo que se constituyó con comunidades que se separaron de Cuajinicuilapa.
El alcalde de Cuajinicuilapa y la de San Nicolás fueron postulados por el PVEM y forman parte del mismo grupo político. Los dos fueron piezas importantes en el gobierno anterior de Cuajinicuilapa, que encabezó Edgardo Miguel Paz Rojas, también del Partido Verde.
Salinas Mariche fue el tesorero y Molina Guzmán la síndica. Ambos conocían las condiciones de sus municipios en todos los sentidos, incluida la violencia e inseguridad.
Lee también: Realizan Operativo “Aguja” en el Cereso de Hermosillo, Sonora; decomisan distintos objetos
Más de un mes de violencia
El 12 de octubre, en pleno centro de Cuajinicuilapa, un dirigente transportista y su hermano fueron asesinados a tiros. Al día siguiente, hombres armados quemaron el vehículo del tesorero del ayuntamiento, Roberto Avelino. Ese mismo día atacaron varias viviendas y dejaron dos cadáveres desmembrados en la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional.
El 21 de octubre, el primer regidor Félix Gil Calleja Díaz fue privado de su libertad por hombres armados. Hasta ayer seguía desaparecido.
De acuerdo con reportes de la Fiscalía General del Estado (FGE) en este municipio operan Los Rusos y Los Lichos. No está claro qué grupo amenazó y provocó la huida de la alcaldesa y del alcalde; circulan versiones que señalan a Los Rusos.