Acapulco.— Le dicen El Demonio por su afición a las artes marciales y por la fuerza que hace honor a su apodo. Moisés Gustavo Jaramillo García ayuda a sus vecinos a cruzar el río de la Sábana para que puedan llegar al .

Las lluvias provocadas por el colapsaron el puente Alfredo Mondragón, en el kilómetro 21 de la carretera federal México-Acapulco, dejando incomunicadas las comunidades de Aguacatillo, Sabanillas, Kilómetro 30, Lomas, Tesca, Paso Tesca, Lomas de San Juan, Frontera y Xaltianguis.

Los pobladores improvisaron un paso con una escalera de más de ocho metros de alto para cruzar el río, con ayuda de unas 15 personas que operan la estructura a cambio de una cooperación voluntaria.

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El Demonio es maestro de artes marciales y conoce a la perfección el río de la Sábana, por lo que ayuda a cruzar a los pobladores que se lo piden. Foto: Valente Rosas | El Universal
El Demonio es maestro de artes marciales y conoce a la perfección el río de la Sábana, por lo que ayuda a cruzar a los pobladores que se lo piden. Foto: Valente Rosas | El Universal

Desde la madrugada se forma una larga fila de personas que buscan pasar el puente para llegar a su trabajo, comprar comida, medicamentos o lo que necesiten.

Sin embargo, hacer fila para pasar puede tardar entre tres y cuatro horas, por lo que algunos pobladores optan por irse a la brava y cruzar el río de la Sábana sorteando la corriente, de la mano de Moisés Gustavo Jaramillo García, maestro de artes marciales.

“Desde niño me echo mi chapuzón aquí”

“Desde niño vivo aquí y me he echado mi chapuzón de lado a lado [del río] pero [en estos días] no había querido pasar porque la corriente está muy fuerte. Ya opté por pasar porque ví que las personas empezaron a cruzar solas y las empecé a apoyar”, explica Moisés.

Asegura que al día ayuda a cruzar a más de 30 personas sin cobrarles, pero ellas, dice, le ofrecen unas monedas, que no le vienen mal.

“Se las acepto porque ahorita estoy parado, no estoy trabajando. Trabajo en una empresa de construcción y aparte doy clases de artes marciales, soy maestro de artes marciales”, comenta.

Tras cruzar a una señora de la tercera edad, explica que los pobladores le piden que los cruce para llegar lo más temprano posible a su trabajo en el centro de Acapulco, porque no pueden esperar horas para bajar por la escalera.

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Moisés Gustavo Jaramillo García, El Demonio, gracias a su fuerza ayuda a sus vecinos a cruzar el río de la Sábana para que puedan llegar al centro de Acapulco. Foto: Valente Rosas | El Universal
Moisés Gustavo Jaramillo García, El Demonio, gracias a su fuerza ayuda a sus vecinos a cruzar el río de la Sábana para que puedan llegar al centro de Acapulco. Foto: Valente Rosas | El Universal

Conocedor del río, el joven de 26 años relata que entiende la necesidad de sus paisanos de salir a trabajar y llevar el sustento a sus familias en medio de las afectaciones ocasionadas por el huracán John.

“Uno, como humano, se pone en sus zapatos por la necesidad de ir a traer dinero, porque hoy en día nadie te ofrece un taco y tienes que sacar adelante a la familia. Precisamente les empecé a aceptar la moneda porque no puedo trabajar ahorita”, dice El Demonio.

Relata que a algunas personas les da pánico cruzar el río, pero él las sujeta para evitar algún accidente.

“Lo que más me comentan es que les da miedo pero tienen la necesidad de pasar. La gente que cruza por aquí me dice que [el huracán] los agarró en quincena y ya no pudieron pasar para cobrar, y como se les acabaron los alimentos se vieron en la necesidad de pasarse a la brava”.

Moisés Gustavo Jaramillo García cuenta que las horas de mayor demanda son en la mañana y tarde, aunque la mayoría de los pobladores opta por cruzar por la escalera improvisada, pese a que tardan más, porque llevan alimentos y la compra.

“Muchos optan por allá porque los ayudan a pasar con mecate las cosas que traen, pues se les hace más fácil y acá, por el río, está bien difícil la pasada. Yo me andaba yendo ahorita con el señor, ya tengo las piernas bien cansadas”, agrega.

Isaac Sánchez Vázquez, de la comunidad de Lomas de San Juan, es uno de los que decidió cruzar por el río: “Voy a traer comida para mi familia, la corriente no estaba tan fuerte y preferí no hacer fila”, dice.

“Gracias a Dios”, dice, a su familia no le fue tan mal con John. “Todo bien, nada más los deslaves”.

La fuerza del río de la Sábana afectó una parte de este puente que apenas había sido rehabilitado tras los daños que provocó el huracán Otis. Muchos pobladores acusan que sólo le colocaron bloques de cemento que fueron arrastrados por la fuerza de la corriente del río y por eso está dañado de nuevo.

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El puente del kilómetro 21, también conocido como Alfredo Mondragón, acababa de ser rehabilitado porque quedó dañado el año pasado por el huracán Otis. Foto: Valente Rosas | El Universal
El puente del kilómetro 21, también conocido como Alfredo Mondragón, acababa de ser rehabilitado porque quedó dañado el año pasado por el huracán Otis. Foto: Valente Rosas | El Universal
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