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Mérida.— El café y restaurante Moncho, toda una tradición en esta ciudad, donde políticos, funcionarios, periodistas y adultos mayores en general acudían casi a diario a saborear un café negro o una pequeña greca (café fuerte y obscuro), cerró sus puertas ante la crisis del Covid-19.
Después de casi 45 años de funcionar diario, sus dueños, Mario y Ramón Valadez, decidieron en diciembre bajar las cortinas de sus dos locales en el Bazar García Rejón, del centro de Mérida.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Roberto G. Cantón Barros, 2 mil 700 restaurantes y cafés, loncherías y comercios de venta de comida cerraron por la pandemia.
Con el cierre de Moncho acabó una época en la historia local. Este lugar operaba con los ingresos cotidianos y con el cierre forzoso, no hubo margen económico para poder mantenerse. Sus siete empleados tuvieron que buscar nuevos caminos.
El presidente de la Canirac reconoció que después de 10 meses del Covid-19 en Yucatán, los 2 mil 700 comercios de alimentos que han cerrado no tienen posibilidades de reabrir.
Sin recursos, lo poco que tenían, sirvió para liquidar su personal y pagar algunas de las deudas acumuladas.
Cantón Barros asegura que la crisis en el sector restaurantero de Yucatán no es únicamente en Mérida, sino que incluye a locales de zonas turísticas como Chichén Itzá, el puerto de Progreso, Uxmal, Ruta Puc, entre otros.