Chilpancingo.— En Acapulco, el crimen puso en la mira al transporte público: durante el último mes fueron asesinados siete choferes y otro más fue privado de su libertad, mientras que dos camiones fueron quemados.
Estas agresiones no se han limitado a los conductores: un pasajero fue asesinado y tres más resultaron heridos.
El operador murió en el camión. Durante el ataque resultó herido otro hombre que, según las autoridades, es originario de Costa de Marfil y nacionalizado mexicano. Esta persona forma parte de la delegación de Costa de Marfil, país invitado al festival La Nao, que se realizaba a menos de un kilómetro de distancia de donde ocurrió el atentado.
Antes de este ataque, del 7 de octubre al 10 de noviembre ocurrieron otros nueve.
El 7 de octubre, hombres armados bajaron al chofer y pasajeros y quemaron el camión en el fraccionamiento Las Playas.
Tres días después quemaron un taxi en el libramiento de Paso Texca. El 12 de octubre, en el fraccionamiento Las Playas, hombres armados privaron de su libertad al chofer de un camión urbano. Hasta el momento se desconoce el paradero del hombre.
Al día siguiente, otra vez en la costera, asesinaron a un conductor de la ruta Base-Caleta; el ayudante quedó lastimado. Horas después fue asesinado un chofer de una camioneta pasajera en la avenida Ruiz Cortines; en el ataque resultó herido un pasajero.
Al otro día, en el trayecto Cayaco-Puerto Marqués, un taxi colectivo fue atacado a balazos. El reporte dice que hombres armados pararon el auto y se fueron directamente contra el pasajero.
Después de estos hechos, se vinieron días de tregua para los transportistas, pero no para la ciudad. Criminales quemaron 60 puestos en la Central de Abasto, asesinaron a un reportero y hubo balaceras en las zonas turísticas. Transportistas redujeron al mínimo sus corridas en la costera Miguel Alemán, mientras que la alcaldesa, Abelina López Rodríguez, minimizó los ataques: dijo que eran parte de los pleitos entre transportistas. Después, responsabilizó a los medios de comunicación de “generar alarma” sobre la violencia de los últimos días.
Vino la respuesta de las autoridades y, el 4 de noviembre, la gobernadora Evelyn Salgado anunció la implementación de la operación Refuerzo Guerrero 2021, con la llegada de 100 marinos a Acapulco, 50 a Chilpancingo y 50 a Iguala.
Ese mismo día fueron asesinados dos choferes de taxis. El primer crimen ocurrió en el poblado de Cayaco; el segundo, en el fraccionamiento Costa Azul.
Un líder transportista, quien prefiere el anonimato, explica que la violencia hacia los choferes se debe principalmente a la extorsión. Las distintas organizaciones criminales los obligan a pagar “cuota” y, a veces, no pueden pagarle a todos, entonces vienen los ataques.
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