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Tijuana.— El próximo viernes entrará en operaciones una de las primeras clínicas para interrumpir el embarazo en Baja California, con la Fundación Marie Stopes International (MSI) en Tijuana. Directivos calculan una demanda en la entidad que alcanza los 50 mil procedimientos al año.
Durante la presentación de las instalaciones —ubicadas en la principal arteria comercial de la ciudad—, el director médico de la organización, Alfonso Carrera, explicó que, según información oficial, en México se realizan poco más del millón de interrupciones al año, pero que sólo para Baja California se estima una necesidad de 50 mil procedimientos.
Los motivos, dijo, son la ubicación geográfica de Baja California y también que el estado es uno de los que tiene el número más alto de embarazos en adolescentes en México. Alfonso Carrera aseguró que una mujer con un embarazo prematuro tiene 14 veces más posibilidades de morir por complicaciones en el parto que por interrumpirlo a tiempo.
“Es información del Fondo de la Población de las Naciones Unidas (…) una interrupción digna, en un espacio digno y seguro, también salva vidas, es un derecho que tienen las mujeres con quienes tenemos, como sociedad, una deuda histórica”, dijo.
La directora general de Marie Stopes International en México, Araceli López Nava, dijo que la organización trabaja desde hace 23 años en México.
Actualmente tiene nueve sedes en cinco estados del país: Ciudad de México, con cinco, y el resto en Chiapas, Oaxaca, Veracruz y ahora Baja California.
Para la directora, crear espacios seguros para interrumpir el embarazo es parte del cumplimiento de un derecho reproductivo de las mujeres, que aún no tienen garantizado en la mayoría de las regiones de México, por lo que consideraron necesario extender su presencia a las entidades que ya despenalizaron el procedimiento voluntario.
Baja California había sido uno de los estados del país con más mujeres en prisión o bajo investigación por el delito de aborto, el cual fue reformado a través del Código Penal en octubre de 2021, cuando el Congreso del estado aprobó despenalizar la interrupción del embarazo hasta antes de las 12 semanas.
