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Cuernavaca.— Ante la pandemia de Covid-19, Lisset y Édgar Páez, catedrática de bachillerato y empresario de costura, respectivamente, emprendieron un proyecto de batas con neotecnología que puedan reusarse, a fin de evitar que lo desechable se convierta en otro problema a largo plazo.
Los trajes desarrollados cuentan con tela repelente a los líquidos, lo cual es útil contra las gotas de saliva que transmiten el virus del coronavirus.
Están elaborados con fibras textiles 100% naturales y biodegradables, con 150 gramos de algodón por metro, y se puede utilizar hasta que la fibra aguante.
“No es desechable, se lava normal y lo que hacemos es agregarle un componente neotecnológico para modificar sus propiedades físicas, de tal manera que tenga repelencia al agua, a las gotículas, lo cual genera una protección adicional”, explica Édgar.
El proyecto de Lisset y Édgar ganó el apoyo ofrecido por el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos (CCyTEM) en la convocatoria Innovación-Covid-19. Con el dinero del premio planearon una producción de mil equipos de protección; por ahora están en la dinámica de apertura de mercado.
El incio
Una de las principales preocupaciones para la confección de este traje surgió de un debate que tuvo Lisset Páez con sus alumnos, pues en una clase les propuso una discusión sobre el tema de la pandemia por Covid-19.
Los jóvenes hablaron de diferentes tópicos que son preocupantes, como las medidas de prevención, los decesos, el desabasto de medicamentos y equipo de protección personal, pero un punto le llamó la atención: la basura que se genera y seguirá generándose con los elementos que se utilizan para la protección de personal médico.
“Escogimos textiles naturales que pueden ser reutilizables, 100% algodón, con algunos ajustes de la bata tradicional para crear la percepción de mayor seguridad, como cierre, empuñaduras con resorte, cuellos más alto, y con careta y capucha, que ayude al portador más seguridad en su trabajo”, explica Édgar.
Insumo necesario
En marzo pasado, con el comienzo de la pandemia por el Covid-19, Morelos registró protestas de médicos, personal administrativo y de enfermería por la falta de equipos de protección.
Las cifras sobre la muerte de pacientes, médicos y enfermeras comenzaron a ser consideradas en los reportes cotidianos del sector salud.
Esta información relacionada con equipos de protección de personal fue seguida por Lisset y Édgar, quienes decidieron emprender el proyecto de las batas sustentables. A comienzos de abril, personal médico del IMSS en Cuernavaca y Cuautla bloquearon avenidas para exigir condiciones de protección en la contingencia sanitaria.
También, médicos de la Secretaría de Salud estatal se manifestaron por los mismos motivos.
Frente al desabasto, el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos (CCyTEM) emitió la convocatoria Innovación-Covid-19, con el objetivo de incentivar a empresas, universidades, centros e institutos de investigación a desarrollar estrategias que coadyuvaran a la disminución de contagios, así como a los efectos negativos en la salud humana por el Covid-19.
La convocatoria tuvo como objetivo inmediato apoyar el desarrollo de sistemas, dispositivos y equipos que fortalecieran el sistema de salud pública estatal y que mejoraran la atención a pacientes, así como a la población en general.
Los ganadores fueron Lisset y Édgar, quienes esperan que las batas sean bien recibidas.
“Pensamos diversificar para otros tipos de prendas, donde la nueva normalidad nos abra la puerta, como la elaboración de overoles y otro tipo de ropa que requiera de protección”, asegura Lisset.