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Luis Gerardo Coronado zigzaguea con el balón, en un campo solitario y pedregoso. Es lo más cercano que ha estado del fútbol desde el mes de marzo, cuando el coronavirus paralizó este deporte en Tamaulipas .
Gerardo, considerado por muchos como una “joya” del fútbol juvenil, va y viene entre conos y tierra. Se exige, suda, se fortalece, pero afirma que no se compara con su máximo anhelo, “ya quiero volver a jugar fútbol, ya es mucho tiempo sin actividad”, se lamenta.
Así como él, decenas de miles de futbolistas, desde las categorías infantiles y juveniles hasta los veteranos, sufren por la afectación al balompié en Tamaulipas debido al largo confinamiento por la pandemia del Covid-19.
EL UNIVERSAL se adentró en este fenómeno, entre promotores deportivos, ex futbolistas profesionales, jugadores del llano y directivos del deporte, quienes abordaron los daños que la cuarentena y las restricciones han dejado al fútbol y al deporte amateur.
El 16 de marzo de este año, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca confirmó el primer caso de Covid-19 en la entidad y con ello, como medidas preventivas, comenzó la suspensión de clases en todos los niveles, el cierre de playas y la cancelación de eventos masivos.
Por sugerencia del Comité Estatal de Seguridad en Salud también decretó frenar el deporte al aire libre. Por prevención sanitaria todos las unidades deportivas cerraron sus puertas, todos los torneos y ligas detuvieron su actividad. En ese entonces, muchos aún no comprendían que apenas era el génesis de una larga pesadilla.
“Nunca pensé que nos llegaría un problema de salud tan grave, que comenzó en un país tan retirado. Al principio mucha gente ni creía y eso empeoró la situación que actualmente vivimos, por los malos hábitos que tenemos como ciudadanos”, opina “LuisGera” Coronado, haciendo una pausa en su entrenamiento.
Le duele la lluvia de recuerdos que le hace recordar el reportero. Cuando mejor marchaba su equipo Furia Azul, como primer lugar en dos torneos oficiales, las autoridades sanitarias pusieron el freno de mano a las competencias. Sus sueños también se vieron interrumpidos, porque estaba a punto de recibir una oportunidad en el fútbol profesional.
-¿Y como suples la falta de juegos y entrenamientos?
“Al principio por miedo y por atender las medidas de las autoridades no salía, me la pasaba en mi casa. Con el paso del tiempo empecé a hacer ejercicio, hacía pesas y trato de mantenerme en forma para que no disminuya tanto mi condición física. A pesar de todo no es lo mismo”, responde.
Las entrevistas con jugadores y entrenadores arrojan testimonios de desesperación, inquietud y hasta de molestia, porque dicen que han sido 7 meses de confinamiento y estrictas restricciones.
“No es posible comprender que abren gimnasios, restaurantes, cines, bares e iglesias, pero quienes nos dedicamos a algo tan saludable como el deporte no podemos volver a las canchas”, opina el profesor de fútbol infantil, Alberto. “Somos respetuosos y nos hemos mantenido atentos a las indicaciones, pero ya fue mucho tiempo”, dice otro de los entrenadores.
La mayoría de los futbolistas juveniles intentan mantenerse en condición física y muy pocas veces hacen trabajo con balón. Incluso, hay quienes, como Iván, que han quebrado algún televisor o el cristal de una ventana, por intentar practicar el dominio de la pelota en sus casas.
Están desesperados por retornar a la actividad, “jamás había estado tanto tiempo sin entrenar”, “me muero por volver a jugar”, “ya queremos que termine esta pesadilla”, o “pronto regresaremos”, son algunas de las frases escuchadas.
En algunos ejidos y en colonias marginales de diversos municipios, también surgió hace unos días un nuevo fenómeno que se le ha bautizado como los “campos clandestinos”, porque se trata de sitios donde burlan los protocolos sanitarios. La desesperación los ha llevado a organizar retas y encuentros amistosos.
“LA PELOTA NUNCA HABÍA DEJADO DE RODAR”…
Con 65 años ligado a este deporte, el presidente de la Asociación de Fútbol de Tamaulipas, José Mansur , asegura que en toda su trayectoria como jugador, promotor, árbitro y entrenador, nunca había visto ni vivido una situación de este tipo, “yo creo que mucha gente ni en las peores pesadillas lo vimos venir, la pandemia llegó a paralizar totalmente al fútbol, la pelota nunca había dejado de rodar”.
Don José, como es conocido, considera que el fútbol ya es una industria, aún en el nivel amateur y todo su entorno está sufriendo también en el aspecto económico . “Ha afectado primeramente a jugadores, a entrenadores, a directivos, promotores, árbitros, aficionados, a toda la gente que esta alrededor. Económicamente afecta bastante, hasta la misma gente que tiene negocios de artículos deportivos en meses no han vendido ni un trofeo”.
A nivel estatal, la Asociación cuenta con 6 mil 500 afiliados a la Federación Mexicana de Fútbol, mientras que otras decenas de miles de jugadores practican en el llano, en todas las edades. En tanto, a nivel nacional la cifra oficial es de 235 mil afilados a la Federación.
Como integrante del Comité Directivo Nacional del Sector Amateur, revela que ya han tenido reuniones virtuales, y se comenzará a reactivar la Liga Nacional Juvenil y la Femenil, en coordinación con las autoridades sanitarias en los estados, “se comienza a ver una luz al final del túnel”.
LA INDUSTRIA DEL BALOMPIÉ
Con residencia en Reynosa , Jesús López es un joven emprendedor que ha tenido éxito como presidente de Global Cup México, un torneo de futbol a nivel nacional, y coincide que ha sido un rubro de los más afectados, porque a diferencia de muchas actividades económicas, el fútbol sigue sin ser reactivado, lo que afecta económicamente a toda una cadena productiva.
“A mí me afectó al cien por ciento. No generamos ingresos en un periodo mayor a seis meses, toda la industria relacionada con el fútbol lo resintió mucho”, se lamenta.
Carlos Fernández, director general del Instituto del Deporte de Tamaulipas (INDE)
Cita como ejemplo a los comercios de insumos, quienes les venden trofeos, medallas, venta de ropa deportiva, calzado, hidratación; y en las ciudades sedes de los torneos dejaron pérdidas a hoteles, restaurantes y hasta las empresas que transportan a los equipos.
En el aspecto deportivo, añade, “muchos jugadores estaban en un buen año a punto de brillar y dar el salto al profesionalismo; ahora tendrán que esperar”.
Días antes de que se detuviera la actividad, en Ciudad Victoria, Mario Sarmiento , entusiasmado planeaba la liguilla la Copa UAT (Infantil y Juvenil) , de la cual es coordinador, y una serie de viajes de fogueo enfrentar a Fuerzas Básicas de clubes profesionales.
“Nos ha afectado mucho, porque no hemos podido terminar el torneo. Los futbolistas, los entrenadores y los padres de familia están algo desesperados, pero todos disciplinados y guardando los protocolos”, expresa el ex futbolista profesional, quien también tiene a su cargo a 60 muchachas en Correcaminos Femenil.
En el caso de los entrenadores, comenta que muchos no tenían otra fuente de ingresos y han tenido que buscar la forma de salir adelante, “hasta los árbitros están sin trabajo”.
Los últimos días han sido esperanzadores, porque asegura que muy pronto comenzará una reactivación gradual con juegos amistosos. Un dato a destacar es que de los 2 mil 400 jugadores menores de edad que integran la Copa UAT, hasta el momento ninguno ha estado hospitalizado por Covid-19.
Sarmiento también es entrenador femenil con el equipo Correcaminos de la UAT, con unas 60 jugadores bajo su cargo en tres categorías, ahí también se vieron afectadas.
LOS PROTOCOLOS Y LA REAPERTURA
Desde la perspectiva oficial, el director general del Instituto del Deporte de Tamaulipas (INDE), Carlos Fernández , les pide paciencia a los miles de deportistas porque están buscando la mejor forma de que se pueda dar la reapertura gradual de las actividades deportivas, “si el Comité de Salud ve a los diferentes sectores responsables, yo no tengo la menor duda de que se vaya a dar la reapertura, como ha sido la instrucción del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca , porque es de interés para que la economía crezca como lo venía haciendo”.
-¿Cerrar las unidades deportivas fue una medida acertada?
“Se nos indicó que la decisión la marcaba el sector salud y nosotros teníamos que acatar las medidas preventivas, yo en lo personal creo que fueron las correctas, porque se concentra una gran cantidad de usuarios y eran consideradas de alto riesgo”, respondió Fernández.
Hay fuertes razones para el gobierno estatal mantenga una postura preventiva. Hasta la noche del viernes 9 de octubre, según el reporte de la titular de la Secretaría de Salud, Gloria Molina Gamboa, en Tamaulipas se han acumulado 30 mil 115 casos positivos de Covid-19, de los cuales 26 mil 159 se han recuperado y 2 mil 499 personas han fallecido.
Tamaulipas cuenta con mil 200 deportistas de alto rendimiento o de Selección, “quienes han dejado de entrenar al 100 por ciento como lo venían haciendo y actualmente lo hacen desde el confinamiento entre un 30 y un 40 por ciento, sin descanso; reconozco su responsabilidad, así como de sus padres y entrenadores”.
Una de las principales afectaciones, asegura Fernández, fue que tuvieron que cancelar grandes eventos que ya tenían agendados, como el de Gimnasia Rítmica, que por primera vez se iba a llevar a cabo en Tamaulipas.
Recuerda que el primer paso rumbo al retorno gradual se dio cuando el Comité de Seguridad en Salud accedió a que los equipos pudieran entrenar en sesiones de 5 jugadores en las unidades deportivas. Pero era con un estricto protocolo que incluía pruebas PCR cada 14 días, así como uso de termómetro, gel y tapetes sanitizantes . Esto desalentó a la mayoría de entrenadores y patrocinadores, por el alto costo que representaba y el reducido número de jugadores.
En el acuerdo más reciente hubo mayor flexibilidad, porque ahora solo piden para los deportes de conjunto al aire libre 4 pruebas e incluso el INDE está pugnando para que solo sean de sangre (de anticuerpos), que resultan más económicas.
En algunas academias ya han aceptado reiniciar con las fuertes restricciones en la entidad, como en el sur del estado, el entrenador Miguel Mendoza , personalmente recibe a los niños con gel sanitizante y una asistente les toma la temperatura.
“Estamos haciendo el protocolo que nos indica el sector salud y es la mejor forma de regresar a la actividad, con medidas preventivas”, expresa Mendoza, la que parece ser la postura que más favorece a los futbolistas para que la pelota pronto vuelva a rodar.
maf