Chilpancingo.-
Hay registros de que domingo tras domingo desde hace 500 años el tianguis de Chilapa se instaló sin que nada se lo impidiera, ni la violencia que desde hace una década golpea la ciudad.
Este domingo la pandemia provocada por Covid-19 lo logró.
Este tianguis es, tal vez, de los más antiguos de México, pero también de los más activos, más coloridos.
El tianguis de Chilapa es multicolor. Hay artesanías: máscaras de tigres, figuras de cualquier tipo hechas con cinta de palma, sombreros, jarros, platos de barro pintados a la perfección, cajas de Olinalá. Este tianguis es el principal escaparate para los artesanos de toda la región.
También es una oportunidad para los campesinos que cosechan para autoconsumo puedan vender el excedente.
Todos los domingos en un plástico en el piso colocan sus productos: jitomates, cebollas, rábanos, calabazas, frijol, maíz que ellos siembran, cuidan y cosechan para sus familias y comparten con los que asisten al tianguis.
Si no pueden venderlos el tianguis les da otra opción: el trueque. Nunca el tianguis deja que uno de sus integrantes se vaya con las manos vacías.
El tianguis es artesanal, campesino y gastronómico sobre todo, pero se pueden hallar muebles y animales de corral.
Está conformado por los artesanos, campesinos, cocineras y comerciantes de la cabecera y de las comunidades de Chilapa: son los hijos de los hijos que han ido heredando esos espacios.
En 500 años, este tianguis ha resistido a todo. En 2014, cuando en Chilapa la violencia arreció se mermó pero no desapareció. Fueron días difíciles que, tal vez, aun no terminan.
La violencia provocó la suspensión del transporte en las rutas rurales, eso complicó el arribo de los artesanos. Muchos dejaron de ir un tiempo y otros lo hicieron con mucha cautela. Otros nunca más volvieron: los mataron o huyeron.
La misma violencia ausentó a muchos visitantes, en esos años la disminución fue considerable: los domingos en el bulevar Eucaria Apresa, donde está ubicado, se podían ver decenas de autobuses provenientes de distintos estados de la República, pero eso no se ha podio ver de nuevo.
Nada lo había parado hasta este domingo. El ayuntamiento de Chilapa notificó a los más de mil comerciantes que se instalan que este domingo y los dos siguientes las ventas se suspenden.
La medida, dijo el ayuntamiento, para reducir la movilidad en la ciudad y así evitar contagios de coronavirus.
Lo cierto es que la pandemia ya estaba haciendo lo suyo. Los tianguistas desde semanas atrás resintieron la ausencia de visitantes. Ya eran varios domingos con el mínimo, aunque cubrían la demanda local.
Ahora ni eso, ni la posibilidad de que un campesino pueda vender o alguno de sus productos para llevarle algo a su familia.