Culiacán.— La cuarta ola de contagios por Covid-19 volvió alejar a las amas de casa de los mercados públicos, donde tradicionalmente hacen sus compras, diarias o semanales, de alimentos frescos, carnes, especies, frutas, legumbres y mariscos.

En el mercado municipal Gustavo Garmendia, el principal en Culiacán y cuya construcción en el centro de la capital data de 1914, la caída de las ventas es de casi 35% en sus ventas diarias. Los negocios más afectados son los ubicados en los primeros pasillos y en los corredores del mercado, cuyos giros son la venta de alimentos cocinados, bisutería, cinturones, ropa y zapatos.

De acuerdo con los comerciantes, en los meses de noviembre y diciembre del año pasado recuperaron sus ventas y sus pasillos volvieron a lucir muy concurridos por amas de casa y jóvenes, quienes acudieron, como es costumbre, a efectuar sus compras de carnes de res, cerdo, pollo, verduras, granos y frutas.

Juan José, uno de los viejos locatarios del Garmendia, dedicado a la venta de toda clase de legumbres y frutas, dijo lamentar que aun con los protocolos sanitarios establecidos en los 13 accesos a este mercado, sus clientes se han alejado por la nueva cadena de contagios que se tienen desde inicios de año.

Sus ventas, según detalló, ya no son las mismas a las de antes de la pandemia y éstas han caído en 35%, puesto que las personas prefieren adquirir productos menos frescos e incluso más caros, pero en lugares cercanos a sus hogares.

Atribuye el alejamiento de una parte de su clientela a convertirse en parte de las nuevas estadísticas de contagios que superan los mil casos diarios, por lo que prefieren hacer sus compras en pequeñas tiendas de autoservicio o solicitar por vía telefónica, el surtido de despensa a domicilio, aun cuando su gasto sea mayor.

Se aislaron voluntariamente

Respecto a la baja de ventas a raíz de la disminución de la movilidad, el dirigente de la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán, Oscar Sánchez Beltrán, refirió que la pandemia llevó a la quiebra a muchos de sus agremiados, los cuales se han visto obligados a bajar en forma definitiva las cortinas de sus negocios, por las escasas ventas que registran.

Recordó que el año pasado, en dos ocasiones fue cerrado el primer cuadro de la ciudad por disposición del municipio, a causa de la emergencia sanitaria; y en este año, con la cuarta ola de contagios que se presenta, es la propia ciudadanía que ha decretado su propio aislamiento ante el temor de verse contagiados.

El líder de los locatarios observó que aun con las campañas que se han efectuado sobre la aplicación de los protocolos sanitarios en todos los negocios, y con la certificación de que el personal ya está vacunado, no se logran reactivar las ventas.

Por su parte, Héctor Melesio Cuén Ojeda, secretario de Salud del estado, puntualizó que Sinaloa entrará en semáforo de riesgo epidémico de color naranja este lunes, el cual es consideró de riesgo alto, por lo que se adoptarán nuevas restricciones a la movilidad y aforos.

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