Saltillo.— Fue en la administración estatal 2005-2011 del exgobernador Humberto Moreira, y que concluyó el último año el exgobernador Jorge Torres, que el gobierno pasó de tener una deuda de 323 millones de pesos a 35 mil millones de pesos, una parte de ella contratada con documentos apócrifos.
Fue en 2011, en el contexto de las campañas para elegir gobernador, que el entonces secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, informó que la entidad tenía una deuda de alrededor de 30 mil millones de pesos. A partir de entonces comenzó a conocerse más sobre la megadeuda de Coahuila.
Meses después la Secretaría de Hacienda y Crédito Público denunció la contratación irregular de deuda por parte del gobierno estatal. Fue a través de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento de Coahuila y el Sistema de Administración Tributaria (Satec) que había sido creado en 2010, que se falsificó un decreto del Congreso para solicitar al menos mil millones de pesos.
Javier Villarreal Hernández, extitular del Satec, renunció en agosto de 2011 y fue detenido meses después por su probable responsabilidad en el delito de uso de documentos falsos y equiparado al fraude. Se le acusó de falsear dos decretos para contratar de manera irregular créditos por 3 mil millones de pesos.
Sin embargo, pagó una fianza y se fugó. En 2012 fue detenido en Estados Unidos y liberado después del pago de una fianza.
A finales de ese 2011, el Congreso estatal autorizó por mayoría priista la primera reestructuración de la megadeuda, lo que significó legitimar la contratación ilegal de la deuda bancaria que fue contratada principalmente entre 2010 y 2011, bajo el argumento de destinarse a obra pública.
En febrero de 2014, Javier Villarreal se entregó a las autoridades de justicia de Estados Unidos, luego de haber sido acusado en aquel país de fraude, robo y transferencia ilegal de fondos. A la fecha lleva su proceso en libertad y no ha recibido sentencia.