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Mérida, Yucatán.- Los indigentes que a diario acuden al centro de la ciudad de Mérida, y que piden limosna en la puerta de los templos, parques y en las inmediaciones de los mercados San Benito y Lucas de Gálvez, son de los mas afectados ante la ausencia de personas y aunque quieran no pueden respetar la cuarentena ante la
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"Si no salimos a pedir limosna qué hacemos, no tendremos ni para un taco", comentó Martha, una anciana de 79 años de edad que además tiene discapacidad motríz y aunque dice haber tenido hijos y hermanos, señala que la abandonaron.
Ella, al igual que muchos otros indigentes, llega desde temprana hora a las puertas de la Iglesia Catedral de Mérida para pedir limosna.
Con la ayuda de unos vecinos suyos se traslada hasta la Catedral para que la gente que acude a los oficios religiosos le obsequie unas monedas.
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El cierre de todos los templos incluyendo la Catedral de Mérida, puso a Martha y otros indigentes más en una situación grave, ya que no tienen manera de obtener dinero para sus alimentos.
La indigente afirmó que vive el peor momento de su vida, ya de por si precaria, pues desde que comenzó la cuarentena las limosnas son mínimas y con la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19 la situación se tornó cada vez más delicada.
Sin hijos y con hermanos que la han abandonado, Martha asegura que en medio de estos tiempos difíciles solo deposita su confianza en Dios y la Santísima Virgen, y en la generosidad de los yucatecos para que con unos pesos pueda cubrir su hambre.
Así como ella, de acuerdo con el último estudio del DIF Estatal, en el Centro Histórico de Mérida alrededor de 140 personas, en su mayoría de la tercera edad, se encuentran en situación de calle, las cuales se dedican a pedir limosna o se encuentran en estado de indigencia.
La dependencia señaló que estas personas en su mayoría son originarias de colonias y comisarías de Mérida, de varios municipios del interior del Estado y otras entidades del país como Chiapas y Veracruz.
La Dirección de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Mérida trabajó con 30 de esas personas, las cuales tienen la posibilidad de abandonar la mendicidad, con el apoyo de asociaciones civiles, como el albergue El Buen Samaritano, donde reciben hospedaje y alimentación.
El albergue temporal El Buen Samaritano, que se ubica a un costado del centro de rehabilitación Cottolengo, en el periférico de Mérida cuenta con voluntarios que en estos días han estado llevando a los indigentes comida y vestido; además de que tienen la libertad de salir y regresar con apoyo de la Policía Municipal.
rmlgv